Vacaciones en movimiento

Para los amantes de la naturaleza que prefieren recorrerla a pie, hay innumerables rutas que cubren toda la región y se adaptan a todos los gustos. Entre los itinerarios estructurados, el Alpe Adria Trail es el más emblemático: un largo camino de 750 km, dividido en 43 etapas, que atraviesa Austria, Eslovenia y Friuli-Venecia Julia y une sus respectivas culturas, lenguas y tradiciones. Recorriéndolo se pueden descubrir paisajes y panorámicas extraordinarias, conocer lugares y pueblos encantadores, descubrir sus costumbres y tradiciones y degustar las delicias locales. El tramo italiano se extiende a través de los fascinantes y misteriosos valles del Natisone, los viñedos del Collio y la meseta kárstica para llegar finalmente al pintoresco puerto de Muggia, en el mar Adriático.

Otras rutas más cortas atraviesan los Dolomitas friulanos, los Alpes Cárnicos y los territorios con testimonios de la Gran Guerra, y muchas de ellas se pueden personalizar en función de la preparación de cada uno. Además de la señalización adecuada en las rutas, los excursionistas tienen a su disposición mapas y descripciones y, por supuesto, la posibilidad de ir acompañados por un guía naturalista.

Las pistas ciclables, las rutas ciclistas, los recorridos para bicicletas de montaña y para bicicletas gravel satisfacen a todos los amantes de la bicicleta, que también pueden contar con una selección de alojamientos con una oferta de servicios específicos para ciclistas. También en este caso, la ruta más famosa es transfronteriza: se trata de la galardonada ruta ciclista Alpe Adria, que conecta Salzburgo con Grado. La ruta ciclista del mar Adriático, que en su tramo italiano conecta Venecia con Trieste atravesando las localidades costeras de Friuli-Venecia Julia, la llanura baja de Friuli y las reservas naturales de la laguna de Grado y Marano, también forma parte de una ruta europea más amplia. Durante el verano, la ruta en bicicleta se puede alternar con tramos en barco, una opción que permite apreciar de cerca el entorno lagunar y disfrutar del panorama desde el mar. A las rutas ciclistas se suman otros itinerarios más cortos, lineales o circulares, que se pueden realizar en un día, y muchas otras propuestas: para familias, para deportistas muy entrenados, entre pueblos y sitios de la UNESCO, por las vías navegables entre lagos, ríos, acequias y molinos.

Barranquismo y escalada, ala delta y parapente, rafting y piragüismo, windsurf y kitesurf: aquí, cada barranco, montaña y curso de agua representa una oportunidad para el descubrimiento y la aventura.

Friuli-Venecia Julia es una de las regiones con mayor concentración de barrancos en el entorno alpino: sus montañas, por su morfología y sobre todo por su naturaleza calcárea, se dejan excavar por la lluvia, formando los recorridos de barranquismo más salvajes de Italia por su longitud y características ambientales. Los valles de Pordenone, los Dolomitas friulanos, Carnia y Tarvisiano ofrecen a los aficionados barrancos de diversa dificultad, desde los fáciles, aptos incluso para personas que nunca han practicado esta actividad, hasta los más exigentes, reservados para quienes ya tienen un mínimo de experiencia. Aunque para practicar este deporte no es necesario tener conocimientos de alpinismo, siempre es recomendable ir acompañado por un guía: es la mejor manera de descubrir los rincones más bellos y garantizar la seguridad. El servicio prestado por los guías alpinos regionales incluye también el equipo específico.

Para practicar escalada, se puede elegir entre ascensiones clásicas, ascensiones de alta dificultad, vías modernas y rutas deportivas que van desde las cimas de los Dolomitas hasta los acantilados sobre el mar de Duino, pasando por los Alpes Julianos y el Val Rosandra en el Carso. Las numerosas rutas permiten descubrir paisajes encantadores, como el campanario de Val Montanaia, con su aguja de 300 metros, o los acantilados y el puente colgante de Clap Varmost, o los pintorescos pueblos de Erto y Casso, con el famoso acantilado, destino de los grandes escaladores.

Más fáciles y a un ritmo más lento son las propuestas de piragüismo y kayak en los lagos, a lo largo de los ríos o la costa, o incluso dentro de las reservas naturales. También hay una versión suave del rafting, que combina el deporte y la dosis justa de adrenalina con un componente naturalista y paisajístico. El protagonista en este caso es el río Tagliamento: por la integridad de su ecosistema, está considerado el último gran río «natural» de Europa y es probablemente el río más bonito que muchos de vosotros hayáis visto jamás. En su amplio cauce discurren, entrelazándose, numerosos canales de agua que producen una vista espectacular.

Los deportes aéreos incluyen paracaidismo, kitesurf, vuelo libre y biplaza, parapente y ala delta: un vuelo por los cielos de Friuli-Venecia Julia le permitirá admirar de un solo vistazo un paisaje que va desde las cumbres alpinas hasta el mar, sobrevolando campos, ríos y ciudades.

La naturaleza es el escenario ideal para pasear por tu cuenta, pero también para practicar actividades organizadas que ayudan al cuerpo y a la mente a reconectarse y a vivir momentos de auténtico relax.

Los valles del Natisone o el bosque milenario de Tarvisio son lugares perfectos para practicar yoga y baños de bosque: además de la belleza natural de estos lugares, también se puede contar con la ayuda de la Bora, el viento dominante del noreste, que trae aire limpio y aleja la contaminación atmosférica.

En Val Tramontina, por su parte, se pueden realizar baños de gong: las vibraciones generadas por estos instrumentos producen frecuencias capaces de propagarse por los tejidos y órganos, generando un profundo estado de relajación y bienestar.