Kayak y Costa de Amalfi

Nuestro itinerario comienza en Vietri sul Mare, bajo la atenta y casi severa mirada de los «Due Fratelli», símbolo indiscutible del pueblo. Las dos grandes rocas, casi idénticas, situadas entre la costa y el mar, son las protagonistas de célebres leyendas, una de carácter más histórico y otra más romántica.

La primera se refiere a la guerra entre los salernitanos y los piratas sarracenos que tuvo lugar entre los años 871-872 d. C., cuando una gran flota de barcos sarracenos llegó al golfo y sitió la ciudad, dejándola reducida a la miseria. El príncipe Guaiferio, jefe de los salernitanos, convocó al Gran Consejo y, cansado de ver a su pueblo sumido en el hambre, propuso resolver el conflicto con un duelo entre el más fuerte de los sarracenos, el príncipe Rajan, y el más fuerte de los caballeros salernitanos, Umfredo. En medio del enfrentamiento, el príncipe sarraceno huyó y llegó a Vietri sul Mare, probablemente asustado por la fuerza de su adversario. Alcanzado por el valiente Umfredo, los dos continuaron el duelo, pero agotados y bañados en sangre, murieron con el deseo de abrazarse y reconciliarse, para deslizarse posteriormente hacia el mar y convertirse en las dos rocas que vemos hoy en día.

La segunda leyenda, en cambio, habla de dos jóvenes pastores que quedaron cautivados por el encanto y la belleza de una misteriosa muchacha que dormía en medio del mar frente a la playa de Vietri. Al desatarse una tormenta, los dos jóvenes se lanzaron al agua en un intento de salvar a la joven, pero no tuvieron éxito y se ahogaron. La doncella, que en realidad era la ninfa marina Roda, hija de Poseidón, dios del mar, se salvó, y Poseidón, impresionado por el valor y la generosidad de los dos jóvenes, decidió convertir sus cuerpos en los «Dos Hermanos» y a las ovejas de su rebaño en pequeñas rocas que los rodeasen en el mar.

Después de soñar con los mitos de Vietri sul Mare, llegamos lentamente, dejándonos mecer por las olas del mar, a Erchie, un pequeño pueblo delimitado por dos torres sarracenas. Erchie es famoso por sus pequeñas playas accesibles exclusivamente por mar, sus cuevas y sus aguas cristalinas. Desde las magníficas aguas que abrazan Erchie, miramos hacia la verticalidad de la costa para admirar el santuario de la Madonna dell'Avvocata, un lugar de culto mariano que domina Maiori desde el monte Falerzio. Desde el otro lado, siguiendo la estela de las aguas, se te irá la mirada al promontorio de Capo d'Orso, llamado así por su forma que recuerda a la cabeza de un oso. Una vez dejamos atrás Capo d'Orso, llegamos a Atrani, donde también es posible «aparcar» el kayak en la playa y visitar uno de los pueblos más pequeños de Italia, cuya arquitectura, con sus callejuelas, fue fuente de inspiración para el artista Mauritius Cornelis Escher.

Después de la aventura en kayak, continúa por la costa en dirección a Conca dei Marini, donde podrás admirar el antiguo monasterio de Santa Rosa, convertido hoy en un lujoso hotel. Desde aquí, te sumergirás en uno de los escenarios más «instagrameados» y visitados de la Costa de Amalfi, el fiordo de Furore, con su pequeña playa y sus coloridas barcas de pescadores. Al salir del fiordo, dirígete hacia Praiano, con su Marina di Praia, y después continúa hacia Positano. A pesar de la popularidad del pueblo, pocos conocen los muchos pequeños oasis de arena, a los que solo se puede llegar a pie o sobre las aguas. Para verlos de cerca, hay que pasar por la torre de vigilancia de Clavel y dirigirse hacia el promontorio de Punta Germano, salpicado de numerosas cuevas. El panorama es único y permite contemplar la isla Li Galli y, al fondo, Capri. Y después de una breve pausa, el viaje continúa hasta la pequeña cala de Marina di Crapolla, donde se cree embarcó San Pedro para llegar a Roma.