Resumen
La Cava del Sole (Cantera del sol), situada en las afueras de Matera, es un lugar muy pintoresco y rico en historia. El nombre tiene su origen en el antiguo sol en relieve con rostro humano conservado en la Iglesia del Sol, adyacente a la Cava, último baluarte de un asentamiento monástico rupestre de la Edad Media, que domina la zona enclavado en un espolón rocoso.
La iglesia actualmente es inaccesible, pero mirándola desde abajo es fácil intuir el porqué de su nombre: un sol esculpido en el techo. Mirando a lo alto de la iglesia, es posible observar lo que queda de un antiguo campanario.
Tras ser ocupada por comunidades religiosas, la zona fue utilizada por grupos de expertos talladores de piedra: los "zuqquators", es decir, los "picamontes".
Además, se pueden ver pequeños agujeros a lo largo de las paredes, probablemente utilizados por los cortadores para comprobar la blandura de la roca. La toba extraída en esta cantera se cargaba en carros y se transportaba hasta el centro de la ciudad, que hasta los años cincuenta se limitaba solo al barrio de los Sassi. En las décadas siguientes, tras el progresivo abandono de los Sassi y la construcción de nuevos barrios con técnicas y materiales más modernos, las canteras de toba, y por lo tanto también la Cava del Sole, fueron poco a poco abandonadas.
Desde la década de 1990 hasta hoy, la cantera ha experimentado una remodelación funcional, convirtiéndose en un lugar increíble que se presta a grandes eventos y representaciones artísticas, con un aforo de hasta 3000 espectadores sentados, ofreciendo emociones incomparables dentro de un escenario extraordinario.