El Valle del Monasterio en Pantelleria entre los viñedos de moscatel de Alejandría, como nunca lo habías visto

El valle se formó tras el colapso de una caldera volcánica, pero su borde sigue siendo parcialmente visible a lo largo de la costa de Zinedi, el invernadero de Ghirlanda o la costa de Zighidì. El nombre del valle se debe a la presencia de un antiguo monasterio bizantino ya desaparecido. Hoy en día, en lugar de monjes, hay cultivadores de uvas zibibo: esta es una de las zonas más fértiles de la isla.

Las terrazas, los valles y las mesetas de Pantelleria están cubiertos por el señor indiscutible del paisaje de Pantelleria, el zibibbo, que crece aquí en forma de arbusto.

La vid se planta en hoyos de 20 centímetros de profundidad para protegerla de los vientos de siroco que azotan la isla y favorecer también la acumulación de humedad, indispensable en un lugar donde llueve muy poco. El nombre de Pantelleria proviene del árabe Bent-el Rhia y significa Hija del Viento. Por ello se construyen muros de piedra seca y así proteger los cultivos según una técnica importada de los árabes.

El duro trabajo del hombre, que cuida manualmente cada cepa desde el principio de los tiempos, es uno de los ingredientes fundamentales de las uvas, que se recogen desde finales de julio. A continuación, se secan al sol durante 15-20 días. Se cree que el nombre zibibbo deriva del árabe zabīb, que significa "pasas".

Las horas de trabajo necesarias para cultivar el zibibo en la isla triplican las de un viñedo en el continente y el rendimiento es aún menor. Por eso el vino que se fabrica con esas uvas es tan precioso. Beber una copa de Passito significa saborear la sabiduría ancestral junto con los dulces aromas de una uva cultivada sobre el fértil suelo volcánico.

Un paseo por los viñedos

Puedes disfrutar de un paseo para descubrir el paisaje de Pantelleria entre dammusi (casas de piedra abovedadas de origen islámico), viñedos, extensiones de alcaparras y algunas joyas arqueológicas, recorriendo los senderos del Parque Nacional de Pantelleria.

El itinerario parte de la zona de las tumbas bizantinas excavadas en la roca volcánica, atraviesa zonas rurales cultivadas con cepas zibibbo, olivos y alcaparras y se llega a la zona del Favare volcánico, pasando por la Sauna di Benikulà, también conocida como "baño seco", ya que te puedes bañar sin sumergirse en el agua, debido a los vapores que emite la roca. Los caminos que se deben seguir son los números 975 y 977. Caminarás durante unas tres horas, en continuo asombro.

Como alternativa, hay varias asociaciones locales que organizan paseos por el valle del Monasterio, entre dammusi y viñedos. Desde la cresta de Zighidì se tarda un par de horas en llegar al valle inferior. A lo largo del camino también se pueden ver los característicos jardines de Pantelleria, altos muros circulares que protegen del viento a las plantaciones de cítricos. 

Desde 2016, el municipio de Pantelleria también ha creado el Itinerario de la vid en vaso (cepas cultivadas en hoyos), un circuito de 37 kilómetros para descubrir el cultivo de la vid y las técnicas de producción de vino en el singular suelo volcánico de la isla.

La mejor época para visitar Pantelleria es entre finales de julio y principios de agosto para descubrir cómo se efectúa la cosecha totalmente manual de las uvas de zibibbo, pero si vienes a principios de septiembre, podrás sumergirte en el ambiente del Pantelleria Doc Festival, una celebración sobre los vinos de la isla con un completo calendario de eventos, catas y excursiones.