La fiesta de los espantapájaros de Castellar
La primera semana de mayo, un evento original y de cuento en el corazón del Piamonte
Los guardianes del campo
Desde hace treinta años, el precioso pueblo de Castellar celebra la original tradición de crear espantapájaros para vigilar los campos. El día de la fiesta, la primera semana de mayo, estos silenciosos aliados de los campesinos dejan su tarea y son llevados en procesión por el pueblo, para luego volver a los campos y viñedos, o quedarse para decorar las calles del pequeño pueblo piamontés de Castellar.
El evento se inspira en una antigua tradición local, la de colocar espantapájaros en el exterior y en el interior del pueblo, creando un itinerario artístico sui generis que embellece el pueblo y su paisaje. Porque son algo más que hombres de paja para ahuyentar a los pájaros de los campos, hay mucho más detrás de esta fiesta...
¿Qué espantapájaros?
Los espantapájaros de Castellar tienen algo de mágico y de cuento: todos ellos cuentan historias de la vida cotidiana, de antiguos oficios y de fuertes vínculos con la tierra y su historia. Los simpáticos percebes reciben a los visitantes con sus colores, orgullosos de sus materiales reciclados: madera, paja, lata, lona... ¡todo sirve!
¡Más que marionetas! Algunos son verdaderas obras de arte y los ciudadanos de Castellar, jóvenes y mayores, compiten por crear el espantapájaros más estrafalario. En esta ciudad de cuento, son los más pequeños los que tienen un lugar privilegiado. De hecho, cada año los organizadores esperan la entrega de cientos de espantapájaros elaborados por niños de guarderías y escuelas de todo el Piamonte e incluso de fuera de la región.
Una fiesta para el territorio
También hay varias atracciones itinerantes durante el festival: músicos, hadas, acróbatas y malabaristas, así como degustaciones de productos típicos del Valle de Bronda, desde el queso Castelmagno hasta el vino Pelaverga. En las colinas de Castellar, de hecho, se cultiva con pasión una uva que desde 1996 está reconocida como D.O.C. Colline Saluzzesi.
La uva Pelaverga produce un vino tinto con un aroma fragante y afrutado. Los pequeños mesones de Castellar ofrecen degustaciones de Pelaverga con motivo de la fiesta, con bandejas de embutidos y quesos locales o primeros platos tradicionales. Un brindis por los espantapájaros, guardianes también de los preciosos viñedos que dan este producto excepcional.
Para la ocasión, también se abre gratuitamente el hermoso castillo, que en su día perteneció a los marqueses de Saluzzo, y que hoy es una residencia privada, por lo que sólo se puede visitar en grandes ocasiones como ésta. La organización de este bello festival corre a cargo de la asociación cultural Lo Spaventapasseri, en colaboración con el Ayuntamiento de Castellar, el Ayuntamiento de Saluzzo y la Fundación Amleto Bertoni, y forma parte del calendario más amplio del evento START.