Resumen
Oasis verde en el corazón de Milán
Milán significa grandes plazas, antiguos palacios, iglesias y rascacielos. Pero en el centro de la capital lombarda hay también un pulmón verde que hace respirar a la ciudad y ofrece a sus habitantes y visitantes un lugar donde sentirse inmersos en la naturaleza. Es el Parque Sempione, uno de los oasis metropolitanos más bellos de Italia.
Entra en él por su puerta más espectacular, el majestuoso Arco della Pace, y dirígete hacia su principal atracción y uno de los símbolos indiscutibles de Milán: el Castello Sforzesco, una mansión del siglo XV mandada construir por el duque Francesco Sforza. Para un momento romántico, cruza el puente de la Sirenita, llamado así por las dos parejas de estatuas que custodian sus accesos.
Antes de tumbarse en el césped y relajarse al sol o montar en bicicleta para explorar el parque y sus alrededores, haz una parada para visitar otros lugares emblemáticos de esta parte de Milán:el Acuario Civico, especialmente apreciado por los niños, la Arena Civica, un importante recinto deportivo milanés, la Triennale, para los aficionados al arte contemporáneo, y la Torre Branca, para disfrutar de una vista panorámica desde sus 108 metros de altura.
