Resumen
San Juan de Letrán es la catedral de Roma y es una de las etapas, junto con San Pedro en el Vaticano, Santa María la Mayor, San Pablo Extramuros, San Lorenzo Extramuros, la Santa Cruz en Jerusalén y San Sebastián Extramuros de la Peregrinación de las Siete Iglesias, un recorrido diseñado por san Felipe Neri en el siglo XVI.
Dedicada a Juan Bautista, Juan Evangelista y al Santísimo Salvador, la basílica de San Juan de Letrán se construyó entre 313 y 318 a instancias de Constantino sobre edificios anteriores y luego se restauró varias veces. Domenico Fontana, en tiempos de Sixto V, añadió la logia de las bendiciones, mientras que Francesco Borromini intervino en las naves entre 1646 y 1657.
Fue Alessandro Galilei, entre 1732 y 1735, quien se ocupó de la imponente fachada coronada por 15 estatuas de 7 metros que representan a Cristo, san Juan Bautista, san Juan Evangelista y los doctores de la Iglesia. En el pórtico, la puerta central tiene hojas de bronce procedentes de la Curia romana, mientras que la última puerta a la derecha es la Puerta Santa, que solo se abre con motivo de los años jubilares. El vasto interior, diseñado por Borromini, mide 130 metros de largo, tiene cinco naves y presenta un suelo cosmatesco y un techo de madera del siglo XVI. También son obra del propio Borromini los 12 edículos situados a lo largo de la nave central, que acogen las enormes estatuas de apóstoles. El monumental tabernáculo, de 1367, acoge las reliquias de las cabezas de los santos Pedro y Pablo.
Del ábside, reconstruido en el siglo XIX por Francesco Vespignani, es visible el maravilloso mosaico de Jacopo Torriti realizado a finales del siglo XIII con Cristo y la Jerusalén celestial: los cuatro ríos que fluyen de la cruz gemada en el centro representan los Evangelios, las ovejas y los ciervos que beben agua simbolizan a los fieles. Por último, el claustro, en columnas gemelas, fue construido entre 1215 y 1232 por los Vassalletto y es un admirable ejemplo de arte cosmatesco.