Invierno

Aunque se encuentra bastante lejos de la laguna de la Serenísima, a lo largo de este camino, que se suele llamar la Pedemontana del Friul, viajarás igualmente por un mundo repleto de agua, con manantiales, parques fluviales y viejos centros históricos animados por cauces y canales. Durante milenios, el río Livenza ha alimentado la vida y la civilización de Sacile y Polcenigo, y más allá, la franja de tierra entre Maniago y Meduno está atravesada por las aguas del Cellina y el Meduna. El bellísimo centro histórico de Spilimbergo, meta final, está a medio camino entre el Meduna y el curso del gran Tagliamento, que divide el Friul en dos. En friulano, el Tagliamento es «l'Aghe», es decir, el «Agua» por antonomasia. Al oeste de Pordenone se está a este lado del Agua, el este de Údine al otro lado. En muchos puntos del recorrido es posible subir por carretera y luego pasear por las montañas a mayor altitud, en invierno sobre esquís en Piancavallo y en verano con las «pedule» (es decir, los zapatos para las caminatas por la montaña) en los pies, entre los pastos del valle de Tramontina. Aquí también encontrarás agua: el lago de Barcis y los lagos de Tramonti son artificiales, pero sus extensiones azules no son menos impactantes. Y tampoco te sorprendas ante los leones de san Marcos pintados al fresco o esculpidos que aparecen aquí y allá. El Friul estuvo durante siglos bajo el dominio de Venecia. Las técnicas de canalización que han mantenido viva la laguna no son tan diferentes de las que se han aplicado en el Livenza. Los palacios de Polcenigo y Aviano tienen la misma arquitectura que las villas vénetas de las orillas del Brenta. Los ajimeces y los frescos murales de las fachadas de Spilimbergo podrían estar en el Gran Canal, y gran parte de los vinos que siempre se han bebido en los bàcari venecianos a lo largo de las «salizade» y las «calli» siguen llegando a día de hoy desde aquí: desde el Friul.

¿Ha llegado a este paraíso terrenal? Póngase cómodo y estudie la tarjeta de los quesos locales, con ante todo la fondue, reina de los productos del Valle de Aosta. La reconoce por su sabor dulce y de color amarillo pajizo, más claro en las formas producidas durante el invierno cuando las vacas son alimentadas con heno, pero más intenso en la producción de verano. Siguen exquisiteces como el queso semi-cocido: toma de Gressoney, salignon, reblec, brossa, seras y los quesos de cabra, cada uno presenta una historia que cuenta algo: que las escuche y las pruebe todos. Luego pase a los clásicos como las costillas a la manera “valdostana”, la polenta concia y la “soupe valpellineintze” (sopa de Valpelline); excelente también es la carne de animales silvestres, las gamuzas estofadas “in civet”, las truchas, la “carbonade”, un estofado de ternera, la fondue, plato único en base de queso fundido en una olla especial, para ser consumido aún caliente. Deguste varios embutidos, como el Vallée d’Aoste jambon de Bosses, jamón con una maduración especial, los Boudin con un gusto refinado, la Saouseusse, carne picada sazonada, el Lard d’Arnad, mullido lardo, el Teuteun, pecho de bovino salado, la Motzetta, aromática carne seca. El microclima alpino refleja la alegría de las manzanas, que, por aquí, desarrollan sabores intensos. Saboree la Red y la Gold delicious, la Jonagold y la Renetta: crudos o cocidos, dulces y versátiles, base de smoothies, mermeladas dulces o saladas y para acompañar otros platos apreciados. Por último, pero no menos importante, están los postres y los vinos. Como plato principal, deguste tegole y torcettini – galletas típicas de la región – y el blanc manger a la valdostana con el uso de nata; para los segundos platos, lugar de honor para todos, hay vinos blancos: Muller-Thurgau y Pinot nero y los tintos: Pinot nero, Gamay, Torrette, Nus Rouge. ¿Comido demasiado? Aquí hay un trago de Genepì, digestivo a base de hierbas alpinas y artemisias.

El horizonte nevado de los Apuanos siempre se destaca claramente. Sorprende de repente desde lejos si estás bajando por la divisoria principal de los Apeninos, por el Passo della Cisa. Igualmente inevitable, pero más cercano y casi amenazador, aparece si conduces por la costa tirrena a lo largo de la Aurelia o por la autopista desde Pisa. Es sin duda un paisaje duro (tan duro como el mármol más famoso del mundo: el de Carrara, la capital de los Alpes apuanos), pero sobre todo es un entorno mágico, por el brillo de las rocas, las espectaculares canteras, los senderos naturales a gran altitud que atraviesan el parque y los miles de años de historia acumulada. Empezamos con los antiguos romanos para llegar a los castillos de los Malaspina, y luego desde el señorío de los Médici hasta los complejos vacacionales actuales situados en la costa. Proverbialmente, se suele bromear sobre el hecho de que los «carrarini», es decir, los habitantes de la zona de Carrara, tendrían la cabeza, en el sentido de la terquedad, tan dura como su mármol. Una vez los conozcas, cambiarás de idea. ¿Tan estrictas serían de verdad unas generaciones que inventaron el mármol como medio para curar el tocino, y que merecidamente no hacen nada por ocultarlo?

¿Te quieres dirigir a la nieve del Monte Rosa desde el lado del Val d'Ayas? ¡Muy fácil! Basta con empezar por la sede de la sociedad de gestión en Champoluc, el mejor punto de información para el esquí también en los otros valles conectados a su alrededor —los valdostanos de Champorcher y de Gressoney, así como la Valsesia piamontesa—, gracias a una impresionante serie de telecabinas, telesillas, telesquís y cintas de correr, además de dos teleféricos y un funicular. Hay pistas de descenso que van de fáciles a desafiantes, tanto si se elige el circuito interno de Champoluc desde Frachey —desde donde se puede ascender a Alpe Ciarcerio con un funicular— como el enlace de Bettaforca con Gressoney. En términos generales, el paisaje de la vertiente de Ayas es bastante amplio y no resulta duro: incluso el perfil del Monte Rosa es aquí de líneas suaves con grandes mesetas glaciares. Algunas cifras. Más de cien kilómetros de pistas: 28 azules, 73 rojas y 11 negras, con 52 remontes entre la cota 1212 de Alagna Valsesia y los 3275 de Punta Indren. La capacidad horaria total de las instalaciones es de unas cincuenta mil personas por hora. Para el esquí de travesía, hay que dirigirse a los guías especializados de Champoluc.

El Altiplano de Asiago, llamado también de “de los Siete Municipios”, surge a 1000 metros de altitud en la provincia de Vicenza, en la región de Véneto. Subiendo desde la llanura a través de un empinado camino lleno de curvas, el altiplano ofrece un magnífico paisaje hecho de prados, pueblos de altos campanarios y una corona de cimas. Las zonas de Ortigara, Cima Caldiera, Portule, Cima Undici, Cima Dodici, escenario de duros enfrentamientos durante la Primera Guerra Mundial, son hoy una destino de excepción de excursionistas que siguen las huellas de la historia y del pasado: se conservan los fuertes Verena, Interrotto, Corbin, Lisser y Campolongo.

El Trentino cuenta con 11 localidades reconocidas entre los «pueblos más bellos de Italia». Son lugares especiales en los que saborear el sabor de la tradición. Aislados en las montañas, casi como buscando una protección tranquilizadora, rodeados de bosques o campos cultivados que a lo largo de los siglos han sido fuente de supervivencia para sus comunidades, los pueblos del Trentino abren sus puertas, dejan ver sus patios con sus típicas fuentes de piedra, frescos y signos de lo sagrado en sus fachadas, pórticos, graneros y balcones de madera donde aún se secan mazorcas de maíz o nueces.

Su curioso nombre procede de la topografía de su ladera septentrional formada por riscos rocosos y escaleras. Corno alle Scale, sin embargo, es conocido sobre todo por otra característica: es la zona de esquí situada en la montaña más alta de los Apeninos del norte, en la provincia de Bolonia, a una altitud de entre 1.418 y 1.945 metros.

Situada en un valle soleado en las laderas del macizo carniense del Monte Cavallo, Piancavallo, en el municipio de Aviano, provincia de Pordenone, es uno de los centros turísticos más populares de Friuli Venezia Giulia, y en particular una de las estaciones de esquí más frecuentadas.

Perla del Alta Val Tagliamento, la estación de esquí de Forni di Sopra es el lugar de vacaciones perfecto para quienes buscan diversión, deporte y relax lejos de las multitudes, en el encantador paisaje del Parque Natural de los Dolomitas friulanos, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2009. La Skiarea di Forni di Sopra, que se extiende desde los 900 hasta los 2500 metros de altitud, ofrece actividades para todos los gustos, con pistas de descenso, senderos de fondo, un parque de nieve bien equipado, itinerarios de esquí de montaña y senderismo, escalada en hielo, una pista de hielo y un centro deportivo con instalaciones dedicadas al bienestar y a las actividades de interior.

Rodeado por el espectacular paisaje de los Dolomitas, con 450 instalaciones de remonte y 1.200 kilómetros de pistas de esquí en doce estaciones de esquí distintas donde se puede esquiar con un único y cómodo forfait, el complejo Dolomiti Superski es uno de los más grandes y emocionantes del mundo. Cada una de las doce estaciones posee unas peculiaridades únicas que vale la pena conocer de cerca. Conozcámoslas juntos.

¿Estás planeando unas vacaciones en la nieve? ¿Sabías que Emilia-Romaña es el destino perfecto para los amantes de los deportes de altura? Con la pista de bobsleigh más larga de los Apeninos, pistas de descenso para esquiadores expertos y principiantes y divertidos parques de nieves para los amantes de freestyle y snowboard, esta magnífica región es un acierto ineludible si decides organizar una Semana Blanca. 3 destinos de interés para disfrutar de una Semana Blanca:

Del 6 al 22 de febrero de 2026 está programada la cita con los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Invierno Milán-Cortina 2026: dos semanas electrizantes de pura competición, en las que participarán los mejores atletas del mundo en 16 disciplinas diferentes. Mientras tanto, ¿por qué no descubrir y disfrutar de los lugares de esta cita internacional ineludible, conociendo previamente las actividades y eventos programados? A continuación, te presentamos los lugares y actividades para que empieces a sumergirte en el ambiente de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Invierno Milán-Cortina 2026.

Vida ajetreada, agendas repletas y múltiples preocupaciones: estar, o sentirte, estresado es una condición que compartes con muchas personas. Así que, ¿por qué no recargar las pilas regalándote un poco de relax lejos del trabajo y la vida cotidiana? Las termas en invierno pueden regenerarte, y la buena noticia es que Italia está llena de instalaciones, balnearios y centros termales donde puedes reconectar contigo mismo. Si estás buscando ideas para un fin de semana romántico o un fin de semana de bienestar entre recorridos termales, piscinas al aire libre y masajes tonificantes, aquí están algunas termas también abiertas en invierno.

Para regenerar la mente y el cuerpo, nada como los tratamientos termales, excelentes para relajarse, pero sobre todo para cuidar la salud de forma específica. Los centros dedicados a aplicar tratamientos con fango y aguas sulfurosas en Italia son una auténtica excelencia: repartidos por todo el territorio, ofrecen diversos cursos y tratamientos. También hay muchas instalaciones de lujo donde poder cuidarse de forma exclusiva. En Italia las curas con aguas termales son muy conocidas y apreciadas. La fangoterapia también es especialmente eficaz, gracias al uso de fangos elaborados con una mezcla de arcillas y aguas termales que se colocan por todo el cuerpo o en algunas zonas concretas. Pero, ¿para qué sirven los baños de fango? Entre sus muchos beneficios, alivian los dolores musculares, reumáticos y crónicos y proporcionan alivio a problemas dermatológicos o articulares. Elegir el tratamiento más adecuado está en manos de vuestro médico, que será quien mejor os pueda orientar. Para algunos tratamientos podéis beneficiaros de convenios subvencionados por el Sistema Nacional de Salud italiano.

Varios estudios dicen que los hombres tienden a descuidar su salud mental y su bienestar, sin dar la debida importancia a su equilibrio psicofísico. Además del estrés y de un ritmo de vida cada vez mayor, la pandemia ha aumentado la tensión a todos y quizás nos obliga a tener en cuenta otras nuevas necesidades. En este contexto, si te puedes permitir unos momentos de descanso, dedicándote a recibir tratamientos desintoxicantes y regeneradores, mejor aún si están hechos a medida de tus exigencias, ya no es una moda sino una necesidad. Afortunadamente, en Italia tienes a tu disposición muchas instalaciones que ofrecen cursos específicos para hombres, así como programas holísticos que te pueden cuidar el cuerpo y el espíritu aplicando un enfoque global. Entonces, ¿por qué no aprovechas el final del verano para reencontrarte, disfrutando de unas vacaciones de bienestar para hombres, con las que podrás relajarte y recargar las pilas y así afrontar mejor el nuevo "curso escolar"?

Qué podría ser mejor que combinar una intensa jornada de esquí con el relax de tratamientos de salud y bienestar? Muchos destinos en los Alpes ofrecen esta posibilidad, para todos los gustos y habilidades: aquí te dejamos algunos de los imprescindibles que visitar.

Para todos aquellos que buscan unas vacaciones en contacto con la naturaleza, dedicadas al bienestar y al relax, sin perder por ello la posibilidad de practicar deportes al aire libre, Bormio es el destino perfecto. ¿Quién no quiere permanecer durante horas relajado en las aguas calientes y ricas en propiedades curativas, admirando un paisaje bellísimo como es el de las montañas de Lombardía? En Bormio todo esto es posible. En medio de los campos de la Valtellina y atravesada por el río Adda y por el torrente Frodolfo, Bormio es una maravillosa localidad. Su magnífica posición, bajo el paso del Stelvio y las cimas del Ortles y del Cevedale, ha hecho de ella una conocida localidad de esquí así como un famoso centro termal.

«Mens sana in corpore sano» decían los romanos, quizás pensando precisamente en Isquia y en sus termas. Las propiedades termales de la isla ya se conocían en los antiguos tiempos del Imperio romano y, probablemente, el agua y el barro ya se utilizaban para producir cremas y cosméticos. Isquia ofrece diferentes opciones para quienes necesiten cuidados o tratamientos específicos o, simplemente, para quienes hayan hecho del bienestar su filosofía de vida. Por lo tanto, este itinerario presenta coloridos jardines termales, fuentes naturales y la magia de las fumarolas. Desde el muelle Beverello de Nápoles, a bordo de un transbordador o de un hidrodeslizador, en menos de una hora se llega a Isquia, una isla que desde el mar se revela como un bloque de roca y vegetación mediterránea y que contiene un microcosmos de entornos con un carácter para nada homogéneo. El clima es templado durante todo el año, la naturaleza es exuberante y salvaje, el mar es cristalino, las playas son de ensueño y los centros urbanos son pintorescos. Y si a todo esto se añaden las aguas termales, verdadero patrimonio natural de la isla, resulta evidente por qué Isquia está en primer lugar en las clasificaciones de los destinos preferidos por los turistas de todo el mundo.