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Destino turístico

El Friuli de Pier Paolo Pasolini

Tipología
ruta ciclista
Duración
3 días
Número de etapas
4
Dificultad
Media

Para conocer a Pier Paolo Pasolini y sus obras, hay que empezar por el Friuli, que para él fue un verdadero lugar del alma. El inicio está en Casarsa, el pueblo de origen de su madre, donde Pasolini pasó algunos años de su infancia y muchas vacaciones de verano. Pero también al final está Casarsa, en cuyo cementerio el escritor descansa junto a sus familiares. Entre ambos extremos, una vida dedicada a escribir y pensar, donde el Friuli está presente en los recuerdos, en el vínculo con la madre y en la lengua. En friulano son sus primeros poemas, publicados en 1942 y dedicados a Casarsa, la colección La meglio gioventù, y su primer drama teatral I Turcs tal Friûl (Los Turcos en Friuli), publicado en 1976 pero escrito en mayo de 1944.

Los alrededores de Casarsa, que Pasolini frecuentaba habitualmente, son una de las zonas más agradables del Friuli, gracias a la presencia de una espléndida abadía y de algunos pueblos fortificados cuyo propósito, en la Edad Media, era garantizar un paso más seguro a mercaderes, viajeros y peregrinos que utilizaban un vado particularmente accesible del río Tagliamento. Hoy estos lugares figuran entre Los Pueblos más Bonitos de Italia o entre los pueblos con Bandera Naranja del Touring Club.

Día 1

Casarsa

Casarsa

La visita de Casarsa debe comenzar por la casa de Susanna Colussi, la madre de Pasolini, donde el escritor pasó parte de su infancia y adolescencia. Hoy es la sede del Centro Studi Pier Paolo Pasolini, que alberga una exposición permanente con diversa documentación: la colección de manuscritos del periodo friulano, entre los cuales figuran los Cuadernos rojos (1946-1947) y los Manifiestos políticos (1949), la correspondencia epistolar de Pier Paolo con amigos y familiares, sus dibujos a tinta y las fotos familiares. Si no disponen de bicicleta, no hay problema: el Centro Studi pone algunas a disposición de quienes deseen continuar la visita siguiendo el itinerario propuesto.

La segunda etapa es la iglesita de Santa Croce, con los frescos de Pomponio Amalteo que el propio Pasolini, ayudado por los jóvenes de Casarsa, comenzó a limpiar y restaurar. Aquí se encuentra también la lápida que recuerda la incursión de los turcos en 1499 y que inspiró el drama teatral I Turcs tal Friûl.

No lejos de allí, el pequeño pueblo de Versuta, con la bonita iglesia de Sant’Antonio Abate, testimonia la experiencia de Pasolini durante los años de la Segunda Guerra Mundial: aquí nació la Academiuta di Lenga Furlana, una especie de salón literario en el que participaban Pasolini y varios amigos con la intención de valorizar la lengua friulana y conferirle dignidad literaria. La iglesia de Versuta, la cercana acequia Versa y el campo circundante fueron evocadas y celebradas por Pasolini en sus Poesías a Casarsa.

La pequeña fracción de San Giovanni di Casarsa, en cambio, está vinculada al compromiso político del poeta, que aquí hacía colocar los carteles murales— inspirados por él— escritos en italiano y friulano y cargados de una fuerte polémica política.

Día 2

San Vito al Tagliamento

San Vito al Tagliamento

San Vito al Tagliamento, certificada con la Bandera Naranja, es una ciudad elegante y animada que durante el año acoge numerosos eventos, entre los cuales destacan exposiciones de arte y representaciones teatrales. El centro histórico conserva arquitecturas medievales y renacentistas, un castillo ricamente decorado con frescos, la iglesia de Santa Maria dei Battuti con frescos de Pomponio Amalteo y un pequeño pero encantador teatro del siglo XVIII.

San Vito al Tagliamento inspiró a Pasolini por un hecho en particular: en enero de 1948 San Vito fue escenario de la revuelta de campesinos y jornaleros por la falta de aplicación del Laudo De Gasperi, que preveía una indemnización por los daños de guerra a favor de los campesinos por parte de los propietarios terratenientes. Las residencias nobles de los propietarios fueron ocupadas por los manifestantes en un intento de obligar a los terratenientes a firmar la aceptación de las cláusulas del acuerdo. Se trató de episodios dramáticos que Pasolini, ya militante comunista y cercano a la causa de los rebeldes, inmortalizaría después en una parte de la novela El sueño de una cosa, camuflando el nombre real de San Vito bajo el equivalente ficticio de Gruaro.

Cordovado y Sesto al Reghena

Desde San Vito se puede continuar en bicicleta siguiendo el Anillo de los pueblos y de las aguas R025, un itinerario cicloturista de 34 km, apto para todos y muy paisajístico. El recorrido incluye dos de Los Pueblos más Bonitos de Italia, Cordovado y Sesto al Reghena, que impresionaron a Pasolini por su arquitectura medieval y por la belleza del paisaje circundante, rico en manantiales y pequeños lagos, pero sobre todo por las huellas de la presencia de Ippolito Nievo, un autor particularmente querido para él. Entre estas, entre los árboles de un bosquecillo, se encuentra la célebre Fuente de Venchiaredo, exaltada en la novela de Nievo Las confesiones de un italiano y evocada también por Pasolini en sus versos.

El núcleo más antiguo de Cordovado es el sugerente Borgo Castello, cuyas estructuras altomedievales se entrelazan con líneas dieciochescas de dos residencias nobiliarias. Muy cerca, Sesto al Reghena alberga una abadía benedictina de origen lombardo, fortificada en el siglo X hasta convertirse en una especie de castillo con un sistema defensivo de fosos y torres.

Día 3

Valvasone y regreso a Casarsa

Valvasone y regreso a Casarsa

Desde Sesto al Reghena se regresa a San Vito completando el anillo R025 y luego se sigue un tramo de la ruta ciclista FVG6 para alcanzar Valvasone.

El hermoso pueblo medieval de Valvasone es conocido por ser el lugar donde Pasolini ejerció como profesor en la escuela secundaria local, desde 1947 hasta el otoño de 1949. Pero la ciudad, que Pasolini definió como una “ciudad del silencio”, ejerció sobre el joven y sensible poeta otras sugestiones, ligadas especialmente al encanto del pasado y del arte.

El pueblo conserva intacto su aspecto medieval, compuesto por bonitas callejuelas y antiguas casas con soportales. Se desarrolló en torno a un imponente castillo de origen altomedieval, aunque en la actualidad aparece como una residencia señorial del siglo XVI. En su interior, el castillo custodia frescos tardogóticos y renacentistas y un valioso teatrino de madera del siglo XVIII.

A la vuelta, antes de devolver la bicicleta al Centro Studi, no olviden dar un último saludo a Pasolini, que descansa en el cementerio de su amada Casarsa.

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