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Excursiones
Lagos y montañas de Carnia

En Friul, espejos de agua a gran altura

Tipología
car route
Duración
7 días
Número de etapas
7
Dificultad
Medio

Situada en el extremo nororiental de la península, la región del Friul tiene una fuerte identidad. Hay muchos que piensan que el friulano es una lengua propia a la par que el italiano, y que hablar de la «Patria del Friul» no solo significa recordar un estado medieval y renacentista fundado en los patriarcas de Aquilea. No obstante, incluso una región tan sólida culturalmente tiene sus propias zonas interiores diferenciadas. Por ejemplo, en los Alpes friulanos, bajo el pico del Coglians (que alcanza los 2780 metros sobre el nivel del mar), se encuentra Carnia, una tierra de montañas, valles, bosques, flora colorida y, por supuesto, lagos alpinos. En coche, pero mucho mejor a pie, se descubre tanto el atractivo paisajístico como el lacustre de la región. Sin embargo, no te preocupes: no siempre es necesario ir equipado con botas de montaña.

Tolmezzo

Tolmezzo

Tolmezzo está situado en el punto donde el curso del Tagliamento recibe el de su afluente But, y es un importante asentamiento histórico porque aquí se cruzan las vías de comunicación con la región de Cadore, en el Véneto, Austria y las llanuras que discurren hasta el mar. La ciudad tiene probablemente orígenes romanos, y ya en el siglo XIV había obtenido privilegios del patriarcado de Aquilea, que la reconocía como centro principal de Carnia. Pertenece a Italia desde 1866. Anteriormente, perteneció al Imperio austrohúngaro.
Galardonada como Ciudad Alpina del Año 2017, Tolmezzo tiene una gran importancia turística sobre todo como centro de servicios, ya que en ella se puede encontrar de todo, desde información hasta hoteles, tiendas y asistencia. Pero también vale la pena pasar unas horas, como poco, explorando el Borgàt (el centro histórico), que conserva huellas del trazado urbano medieval, la catedral de San Martino y sus obras de arte, el paseo desde la iglesia de Santa Caterina hasta la colina en la que está la torre Picotta, que recuerda la Tolmezzo fortificada, y el museo Michele Gortani dedicado a las artes populares de Carnia, donde puedes familiarizarte con la identidad de la región. Por supuesto, también es posible realizar otros paseos y rutas en bicicleta por los alrededores. Se puede ir hacia montañas, refugios o iglesias y, a lo largo de las muchas rutas ciclistas, hasta el famoso carril bici del Alpe Adria Radweg.
A las últimas décadas de la larga pertenencia de Tolmezzo a la República de Venecia (de 1420 a 1797) se remonta la importante historia protoindustrial del tejido de paños, damasco, raso y tafetán implantada por Jacopo Linussio (1691-1747). Natural de la cercana Paularo, llegó a emplear a 4500 hilanderas y a exportar permanentemente a ultramar. La producción doméstica por parte de familias friulanas para la empresa de Linussio podría calificarse hoy de ejemplo pionero del teletrabajo.

Lago de Verzegnis

Lago de Verzegnis

Al sur de Tolmezzo, se puede llegar en pocos kilómetros a los pueblos y aldeas del municipio de Verzegnis, ubicado en una meseta rica en huertos, hayas y castaños. El lago del mismo nombre es un espectacular embalse que, al tiempo que alimenta la central hidroeléctrica de Cavazzo, crea un enorme y tranquilo entorno natural que se puede recorrer a pie o en bicicleta de montaña. El lago no es apto para el baño, pero se puede disfrutar de él paseando por la orilla hacia la gran presa o disfrutando de momentos de relax con una caña de pescar.
Aguas arriba del lago, el paso de Sella Chianzutan ofrece vistas desde una gran altura y permite visitar canteras de mármol rojo en las que se ha realizado un notable proyecto de arqueología industrial. Se recuperó y potenció la cantera de Lavoreit Ros y la Via Storica del Marmo (Ruta Histórica del Mármol) de Verzegnis.
Las excavaciones arqueológicas realizadas en torno a la torre medieval de la colina de Mazeit, en la aldea de Villa di Verzegnis, han sacado a la luz objetos y restos de edificios que remontan el asentamiento hasta el siglo XI a. C., además de atestiguar su importancia ya durante las épocas celta y romana.
Un detalle final. Una familia a la que debe mucho la historia de la civilización digital italiana es originaria de Verzegnis. Efectivamente, en la localidad de Chiaulis nació Enore Deotto (1923-2008), gerente de Olivetti en Ivrea y más tarde presidente de las grandes ferias abiertas al público que introdujeron el uso de los ordenadores en Italia entre las décadas de 1960 y 1980.

Lago de Sauris

Lago de Sauris

Un vistazo al mapa de las minorías lingüísticas de Carnia nos llevaría inmediatamente a fijarnos en Sauris, que se encuentra a unos 30 km al noroeste de Tolmezzo, a lo largo de la carretera estatal 52 y la provincial 73, ya que es una localidad germanófona. El pueblo fue fundado a mediados del siglo XIII por unos leñadores que probablemente procedían de los valles limítrofes del Tirol y Carintia, en Austria. No eran lugares en los que fuera conveniente desplazarse, y la comunidad, aislada durante siglos, ha conservado prácticamente intactos su dialecto, sus fiestas y sus costumbres originales.
Al subir el estrecho valle del torrente Lumiei desde Ampezzo, uno se queda sin aliento ante un inesperado espejo de color azul. Se trata de una presa de 136 metros de altura inaugurada en 1948 —la más alta de Italia en aquella época— que forma el embalse de Sauris, de uso hidroeléctrico a pesar de su aspecto natural. Con la construcción de la presa se formó un embalse, el lago actual, que cuenta con un caudal de agua de más de 70 millones de metros cúbicos. Si te quedas con la boca abierta no por el agua, sino por los restos del antiguo pueblo de La Maina, situado en el fondo, es porque has llegado durante una de las pocas ocasiones en las que se vacía el lago para su mantenimiento.

Sobra mencionar que se trata de un lugar ideal para practicar actividades propias de la naturaleza: senderismo, piragüismo, «windsurf», pesca deportiva y, si te gusta la aventura, vertiginosos descensos de más de un kilómetro sobre el agua con tirolina.

Lagos de Olbe

Lagos de Olbe

Aquí, en el término municipal de Sappada, comienza la serie de lagos naturales de la región de Carnia. Situados a gran altura, se puede llegar a ellos fácilmente desde el centro de Sappada, gracias al sendero 135, que en total tiene un desnivel de unos 1000 metros.
Los tres espejos de agua de Olbe son pequeñas cuencas de origen glaciar y están ubicados en una meseta donde el silencio de los Alpes rodea rocas, prados y agua. El entorno es típicamente virgen, pero no es del todo ajeno a la modernidad porque está bastante cerca de la estación de montaña del telesilla Sappada 2000.. ¡En resumen, no es necesario ser un experto escalador para poder decir «ya hemos llegado»!
El camino desde el refugio hasta la zona de los lagos (que en el alemán antiguo de Sappada se llaman «Olbe seaber») nos pone en contacto con la antigua civilización de los pastos alpinos. Cerca del lago oriental, el mayor de los tres, es frecuente encontrar vacas pastando, plácidamente señaladas por el repique regular de sus cencerros colocados alrededor del cuello.

Lago de Bordaglia

Lago de Bordaglia

Si hablar de fronteras administrativas tuviera realmente sentido a gran altitud, uno podría darse cuenta de que el oasis faunístico de Bordaglia-Fleòns —el mayor no solo de Carnia, sino de todo el Friul— se encuentra en el territorio de Forni Avoltri, el más septentrional de los municipios friulanos. Se sitúa a un cuarto de hora en coche desde el este de Sappada, tras pasar por Cima Sappada, accesible mediante la carretera regional 355. El lago, que al igual que los de Olbe, es de origen glaciar, es un destino imprescindible para los amantes de la naturaleza. Se encuentra enclavado en un fantástico contexto alpino entre las crestas grises de los montes Volaia y las verdes cumbres de Fleòns.
Aquí también resulta imprescindible subir con botas de montaña. Por el camino, podrás descubrir la garganta del arroyo Bordaglia, con sus cascadas y pozos, la paz que rodea el refugio de Bordaglia di Sotto y, por último, los alerces que rodean el lago. No está garantizado, pero incluso podrías vislumbrar desde lejos alguno de los ciervos o rebecos que residen en la zona.
Para los más intrépidos, cerca de la frontera con Austria y no muy lejos se encuentra el lago de Pera, que en Forni llaman «lâc di Pera». Como podrás adivinar, tiene forma de pera. También es posible alcanzar los 1951 metros de altitud del lago Volaia. En sus orillas, varios refugios ubicados ya en territorio austriaco ofrecen la posibilidad de degustar platos típicos de montaña y disfrutar del amanecer en este entorno majestuoso y limpio.

Lago Avostanis

Lago Avostanis

A una altitud de 1936 metros, unos cuatrocientos metros más arriba que el refugio Casera Pramosio, desde el que se suele subir, se sitúa el lago Avostanis. Se trata de un pequeño y sugerente ejemplo de lago de montaña creado por el modelado glaciar. Tanto el refugio como el lago, situados en la sierra de Creta di Timau, están cerca de Paluzza, un lugar de vacaciones a lo largo del valle del But, al este de Forni Avoltri y al norte de Tolmezzo.
La masa de agua está incluida en un circo glaciar producido por la erosión diferencial de las rocas, y se alimenta tanto del deshielo primaveral como de una falla. La extensión y la profundidad varían según las estaciones y la cantidad de nieve acumulada previamente. Sin embargo, Avostanis siempre está helado en invierno.
El ascenso a pie durante un par de horas hace que uno aprecie tanto el entorno natural como la actividad humana. Nos encontramos con pastos alpinos en los que se practica el agroturismo, varias canteras —una de las cuales sigue en funcionamiento— de mármol gris de Carnia, un caso muy raro de antigua galería minera para la extracción de plata bien conservada (aunque no abierta a los visitantes) y restos bélicos de la Primera Guerra Mundial. Además, a lo largo del sendero que conduce primero al lago y luego a la cima, nos topamos con varios testimonios del pasado, entre ellos la lápida de Maria Plozner. Maria era una porteadora de Carnia que en 1916, durante la Primera Guerra Mundial, fue asesinada a tiros por un francotirador austriaco mientras llevaba suministros a los soldados italianos del frente.

Lago Dimon

Lago Dimon

Ya de por sí muy pintoresco, el lago ofrece además el mérito geológico de que en él se puede reconocer el efecto local de la erosión glaciar würmiana —hace quince mil años, la zona del monte Dimon y del cercano monte Paularo estaba aún cubierta por una capa de hielo—. Además, también nos permite comprobar la respuesta del territorio a la fase de retroceso glaciar y a los nuevos condicionamientos climáticos.
Al igual que en el caso del lago Avostanis, para el Dimon la localidad de referencia más cómoda es Paluzza, situada a lo largo de la carretera estatal 52 bis hacia el paso de Monte Croce Carnico. Sin embargo, la población más cercana es Ligosullo, situada un poco al este. Ahí precisamente se encuentra el castillo de Valdaier, el punto de partida del paseo.
Subimos desde una altitud de 1340 a más de 2000 metros. Pasaremos por entornos muy pintorescos y refugios en desuso —pero que aún pueden servirnos para descansar—. Además, admiraremos los extraños colores de las rocas volcánicas, muy poco comunes en la región, y flores igualmente poco habituales, como la «Pulsatilla alpina». No se trata de una excursión corta, ya que necesitas prever al menos tres horas para el ascenso y saber de antemano que se trata de una ruta de senderismo.
A poca distancia del punto de partida, puede servir de punto de apoyo la Casera Valdaier, con sus productos agrícolas.

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