Resumen

Descubriendo la ciudad árabe-normanda

Situado en el centro de Basilicata, Tricarico es el sitio ideal para hacer base y explorar esta hermosa región. Se trata de un pueblo impregnado de tradición y autenticidad, fuera de las rutas turísticas habituales.

Paseando por las calles del centro histórico, hay muchas cosas que admirar. Empezando por el símbolo de la ciudad: el Castillo Normando, desde cuya torre se puede contemplar un panorama que te dejará sin aliento. La Catedral de Santa María de la Asunción es la iglesia más importante de la ciudad. En su interior se encuentra la Capilla del Secretarium, un triunfo del exquisito trabajo barroco en estuco. Siguiendo la ascensión por la Via del Corso, déjate hechizar por los dos portales de piedra que conducen a la entrada del majestuoso Palacio Ducal.

La perla de la villa lucana es la extraordinaria presencia de dos barrios árabes: la Rabata y la Saracena. Callejuelas estrechas -a veces cerradas y sin dirección- en las que es fácil perderse y sentirse abrumado por la belleza de las vistas que ofrece esta increíble zona.

Si aún te quedan energías, a unos 12 kilómetros de Tricarico, puedes visitar el Santuario de la Madonna di Fonti, un lugar de paz y espiritualidad vinculado a un milagro oficialmente reconocido: el de las lágrimas derramadas por la estatua de María.

Para terminar la visita por todo lo alto, es hora de sentarse a la mesa. Entre los productos típicos, tienes que probar los salames, el provolone impiccato y el caciocavallo podolico, todo ello acompañado de una cerveza artesanal helada y... dulcis in fundo, pimientos cruschi bañados en chocolate