Nómadas digitales, bienvenidos a Italia

Eres un profesional que vive en un país no europeo, quizás ya has viajado varias veces a Italia y te has enamorado de ella. Ahora tienes la oportunidad de trabajar aquí de forma inteligente.

Ya sea de forma independiente o para una empresa, la nueva modificación te facilita la obtención de un permiso de residencia con el que puedes pasar un año trabajando en Italia.

Paisajes, naturaleza, historia, cultura, ciudades de arte: elige un destino, enciende el ordenador y déjate llevar por el estilo de vida italiano.

Se trata de una enmienda del DDL que modifica el Decreto-Ley nº 4/2022 (Soportes ter).

Además de los términos específicos: la enmienda se dirige a todos los trabajadores de países no pertenecientes a la Unión Europea y a todos los ciudadanos de terceros países que realicen trabajos altamente profesionales y digitales. Requisito fundamental: que realices una actividad altamente cualificada mediante el uso de herramientas tecnológicas que te permitan trabajar a distancia de forma autónoma, o sea, para una empresa que tampoco esté ubicada en el territorio del Estado italiano.

La enmienda garantiza un visado de entrada a Italia, que te concederá automáticamente un permiso de residencia para un periodo no superior a un año.
Para beneficiarte del permiso de entrada, basta con que elijas el lugar preferido para pasar el año y que contrates un seguro médico que cubra todos los riesgos posibles. Una vez estés residiendo en Italia, tendrás que cumplir con todas las disposiciones fiscales y de contribución a la Seguridad Social exigidas, y ya está. 

Así es, tu pide e Italia te lo concede: hay un destino adecuado para cada trabajo.

Si eres, por ejemplo, un intelectual, un escritor o un traductor, es muy probable que te atraigan los lugares íntimos y secretos. Si levantas la vista del ordenador y quieres tener una vista abierta al mar, alquila una casa en la costa: el Tirreno, el Jónico y el Adriático te esperan. Descubrirás el encanto del mar en invierno.

Si estás terminando tu última novela, la inspiración también te puede llegar de un pueblo antiguo, donde todo fluye lentamente y la simplicidad de la vida es agradablemente confortable. Sus habitantes sabrán entretenerte con historias siempre nuevas.

Si tu trabajo requiere silencio y concentración y te gustan los paisajes verdes y montañosos, puedes optar por un pequeño pueblo de piedra en los Alpes para que se te despeje la mente a base de vigorosos paseos por la naturaleza.

Para los profesionales y los amantes del arte, los destinos ideales son Roma o Florencia, porque en un año, si te lo propones, conseguirás visitar todos sus museos. Después de un día de trabajo, deja el ordenador y el móvil y déjate arrastrar por las obras maestras.

Para los ingenieros, diseñadores o grafistas que deseen experimentar el espíritu urbano, la respuesta se llama Milán. La metrópoli es el lugar adecuado para que vivas el ritual del aperitivo cada noche, paseando por las siempre concurridas calles de la movida, envuelto en un ambiente internacional que nunca se te hará aburrido. También es ideal para que conozcas gente nueva y colegas con los que poder compararte.

Profesionales de las nuevas tecnologías o de todos esos trabajos que impiden el intercambio humano: el sur te llama. Más aún si procedes de una localidad donde el sol es un acontecimiento tan raro que hay que celebrarlo. En el transcurso de un año, lograrás captar la belleza de cada estación y te olvidarás del frío. Mucho calor en verano, seguido de la calidez de un otoño colorido, un invierno que nunca es demasiado duro, una primavera en la que estalla la naturaleza y ya es hora de que te pongas el traje de baño de nuevo.

Dondequiera que quieras ir, puedes recorrer la península en busca de tu lugar deseado. Seguro que nunca te vas a quedar insatisfecho en la mesa y de que tus ojos se van a llenar de belleza a diario.

Trabajar nunca ha sido tan hermoso: ¡bienvenido al smart working en Italia!