Resumen
Montesilvano, una pintoresca localidad de los Abruzos a menos de diez kilómetros de Pescara, se divide en realidad en dos aglomeraciones urbanas: Montesilvano Colli, la parte más antigua, y Montesilvano Marina, la zona que ha surgido en la costa.
El pequeño pueblo medieval se encuentra en una colina y se caracteriza por sus pequeñas calles empedradas, edificios históricos y hermosas iglesias antiguas. El centro costero, en cambio, es más racional y moderno. Desarrollado a mediados del siglo XIX gracias a la apertura del ferrocarril del Adriático y de la estación de tren, es animado y dinámico y está marcado por una próspera actividad turística. Destino ideal para quienes busquen hacer un viaje entre historia, naturaleza y relax, Montesilvano permite llegar fácilmente a otros puntos de interés de la zona, como el Parque de la Maiella y el Parque Nacional del Gran Sasso, además de ser uno de los mejores centros turísticos costeros de la región.
Con la construcción de la colonia «Stella Matutina» en el paseo marítimo Aldo Moro durante la época fascista, la ciudad se convirtió en un lugar de vacaciones privilegiado y apreciado por su amplia playa de arena suave y dorada, sus aguas límpidas y sus fondos poco profundos.
La Pineta di Santa Filomena y el sistema de acantilados artificiales colocados para proteger todo el paseo marítimo la convierten en una de las playas más codiciadas de los Abruzos. La costa está perfectamente organizada entre áreas de playa libre y áreas equipadas con establecimientos de baño, servicios, bares y restaurantes. Todo ello le ha asegurado repetidamente el título de Bandera Azul y Bandera Verde, como un lugar adecuado para familias con niños.
La « Ciclovia Adriatica», también conocida como «Corridoio Verde Adriatico», ofrece la posibilidad de llegar a Pescara a través de un recorrido de 8 km que serpentea a lo largo de una costa con unas vistas impresionantes.
