Resumen
Lugares del corazón, lugares auténticos con una fuerte identidad se pueden encontrar todavía en los valles y alturas del Piamonte, que esconde pueblos únicos como Usseaux en algunos rincones maravillosos. Aquí nos reciben las viejas casas de piedra y madera que se cubren de coloridas flores en primavera, las calles empedradas, pero sobre todo las antiguas tradiciones y ritmos que siguen siendo los del pasado, lentos, a escala humana. Aquí, en invierno, la gente sigue reuniéndose en los típicos establos con bóveda de cañón, ahora convertidos en tabernas, para cantar, contar historias, comer juntos y compartir un vaso de vino, como ocurría en siglos pasados. Aquí, entre fuentes, lavaderos, establos, hornos de pan y antiguos molinos, se retrocede en el tiempo, acogido por la genuina hospitalidad de los lugareños.