Castelsaraceno

A poco menos de 1000 metros de altitud, a medio camino entre el Parque Nacional del Pollino y el de los Apeninos Lucanos-Val d'Agri-Lagonegrese, el pueblo de Castelsaraceno es un paraíso para los amantes de los deportes y las actividades al aire libre, en un entorno de bosques, arroyos y pastos realmente idílicos.

Aquí se encuentra el puente tibetano más largo del mundo, que conecta los dos parques: 586 metros de longitud, 1160 pasos con la respiración suspendida y el paso lento, admirando el espectáculo a tu alrededor. Pero las actividades al aire libre no terminan aquí: senderismo y escalada, ciclismo de montaña, paseos y «nordic walking» o «rafting» a lo largo de los ríos del Pollino: ¡no te aburrirás!

La cultura y las tradiciones se conservan y se ponen en valor en el Museo della Pastorizia, que presenta la identidad local de una manera innovadora y emocional. En el centro histórico, con sus pequeñas casas y aferradas a las rocas, calles sinuosas y edificios antiguos, destaca la parroquia del Santo Spirito.

Entre las delicias típicas que se pueden degustar en el pueblo se encuentran la «‘Nnuglia», una salchicha tradicional ligeramente picante, y el «Tortano», un producto de forma circular preparado a partir de la masa de pan, que se puede acompañar con quesos.

Otras celebraciones dignas de mención son la Fiesta de la 'Ndenna (en junio), un evento impregnado de simbologías arcaicas que se transmite durante generaciones y muy aferrado en la comunidad, la Fiesta del centro histórico (en agosto) y la Fiesta de la montaña, que combina los colores, los sabores y la belleza del otoño en las montañas.