La Iglesia de San Agustín, también conocida como Iglesia de Santa María Liberadora, fue erigida en 1630 por el Ayuntamiento de Pinerolo como homenaje a la Virgen para expresar gratitud por la interrupción de la peste durante la segunda dominación francesa. Su arquitectura presenta una fachada rectangular sencilla, tal vez iniciada pero nunca terminada: dos pilastras subrayan una marcada verticalidad, parcialmente limitada por un friso horizontal. Su estructura interna también es básica y sin adornos. Entre las valiosas obras conservadas, merece una mención especial el altar mayor de estuco. También es interesante un lienzo que representa a la Virgen mientras protege a Pinerolo de la peste. Hoy en día, la iglesia ya no alberga el culto religioso, sino que es sede de exposiciones y eventos culturales.