Resumen
Bandera naranja del Touring Club Italiano
Entre colinas repletas de bosques, pastos y lagos, en un paisaje de rocas con formas extrañas y sorprendentes, se encuentra Frosolone, un antiguo pueblo situado sobre un promontorio rodeado en tres de sus lados por pendientes escarpadas.
El centro histórico, de trazado medieval, está atravesado por callejones intrincados, en medio de los cuales se divisan las notables arquitecturas del palacio de los barones, con su galería renacentista, y la iglesia barroca de Santa Maria delle Grazie, con dos importantes lienzos de Gacinto Diana.
Desde tiempos muy remotos, Frosolone es conocida por la elaboración artística y artesanal del acero. Definido como el «pueblo de los cuchillos», conserva y pone en valor esta tradición en el Museo dei Ferri Taglienti (Museo de las Herramientas de Corte) y en las pequeñas tiendas familiares, donde se ha transmitido durante siglos la práctica tradicional de la forja.
En la mesa, no te pierdas, sobre todo, los «quesos», reconocidos por su calidad y autenticidad intrínsecas, como el «caciocavallo podolico», la «scamorza», el requesón, el «provolone», la «mozzarella» y la «burratina». El mérito se debe a los maestros queseros locales, a los que se puede ver trabajando en la Casetta del Pastore, en el centro histórico del pueblo, donde muestran su habilidad en la elaboración de la pasta hilada y donde se pueden degustar los mejores productos de esta tradición láctea.
86095 Frosolone IS, Italia
