Como: un paseo por la historia a lo largo de las rutas de la seda

La ciudad no siempre ha sido la capital mundial de la seda. En su día, hacia el año 1000, la transformación de la seda estaba muy extendida en Italia, especialmente en las regiones del sur.

Fue hacia el año 1400 cuando se produjo la gran revolución, cuando Ludovico Sforza pidió a los agricultores que empezaran a cultivar moreras en masa. El fruto es el alimento del gusano de seda, y el patrón Ludovico se llamaba el Moro porque el insecto del gusano de seda se llama «Bombyx mori».

En primavera, las mujeres y los niños recogían hojas de morera para cultivar los gusanos que producirían el hilo para el capullo.
Sin embargo, no fue hasta el siglo XVIII cuando se industrializó la producción de seda en Como y surgieron hilanderías y tejedurías por doquier. 

El hilo del gusano de seda se corta y se une a otros cuando alcanza los 1500 metros, para que pueda comenzar su transformación en tejido de seda. Como sigue siendo importante más allá de las fronteras nacionales en cuanto a la producción de seda, pero la cría de gusanos ya no tiene el peso que tenía antes. De hecho, gran parte del hilo utilizado, aunque esté destinado a la producción de prendas de alta gama, se importa de China y Brasil. 

Lo que hace que Como siga siendo popular en la industria es, sobre todo, la imprenta y las fábricas de seda que garantizan una producción excelente. Por eso, las casas de moda de todo el mundo vienen aquí a elegir prendas y accesorios, desde corbatas hasta pañuelos. 

En el museo de la seda, a las afueras del centro de la ciudad, se puede entender, descubrir y estudiar cómo la seda ha permitido el progreso económico y social de la zona de Como. La exposición cuenta la historia de la industria en la ciudad.

En su interior se encuentran antiguas máquinas de torsión, tejido, teñido y estampado. Una sección está dedicada a la cría de gusanos, y luego viene el material acabado, que incluye una colección de antiguos carteles modernistas.

Para completar tus conocimientos sobre el tema, también está en la ciudad el museo de estudio del tejido, que se creó gracias a la colección de tejidos antiguos de Antonio Ratti. Ubicado en el bello entorno de la villa Sucota, contiene más de 3300 objetos expuestos y más de 2500 libros, con una biblioteca especializada en tejidos y arte contemporáneo.

Por último, el centro de cultivo de moreras en Cassina Rizzardi, con fines puramente educativos.