La Costa de los Jazmines en Calabria
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Es la ribera más al sur de Calabria, la comprendida entre las ciudades de Riace y Locri y que se asoma al azul impecable del Mar Jónico. Una de las zonas costeras más ricas y salvajes de Italia. Es la magnífica Costa dei Gelsomini (Costa de los Jazmines) que discurre a lo largo de 90 km de la provincia de Regio Calabria y que toma el nombre de los cultivos de esta maravillosa planta enredadera, sumamente difusa en el territorio. Bahías de playas con aguas bajas y arenas se alternan con altas rocas al borde del mar, rodeadas por las verdes colinas de Crotona, llenas de cítricos y olivos que llegan hasta el Parque Nacional de Aspromonte.
El lugar ideal para pasar unas vacaciones sencillas, lugares vírgenes llenos de historia y de tradición.
La costa de los Jazmines cuenta con 42 pequeños municipios, de los que casi todos ofrecen estructuras de vacaciones.
Las primeras localidades turísticas son Riace Marina, Roccella Ionica y Marina de Gioiosa Ionica. Más hacia el sur se llega a Siderno y Locri, colonia griega fundada en el siglo VII a.C. y las pequeñas localidades de San Ilario allo Ionio, Ardore Marina y Bovalino. Al sur del torrente Bonamico, el más importante de Aspromonte, la Costa de los Jazmines termina en el Cabo Spartivento. Aquí surgen localidades de vacaciones como Africo, Bianco, Brancaleone Marina y Capo Ferruzzano con sus característicos escollos.
Se puede disfrutar del relax en la arena de las playas y de los chapuzones en el maravilloso mar que con sus aguas límpidas ha obtenido varias veces la bandera azul de Legambiente.
Los amantes de la historia no pueden perderse una excursión a los Yacimientos de Monasterace, la antigua Kaulon y al Yacimiento Arqueológico de Locri Epizefiri, con sus restos de la colonia griega de Locri. El yacimiento, que surge en la frontera de la zona sagrada de Marasá es como un museo al aire libre. Entre los monumentos visibles se encuentra el Teatro, que se remonta al siglo IV a.C. y el Santuario de Zeus.
Es interesante visitar también Gerace, con su burgo medieval considerado como uno de los más bellos de Italia y el pueblecito de Stilo, con la “Cattolica”, pequeña y peculiar iglesia bizantina.
Las flores de jazmín, recolectadas por las llamadas “gelsominaie” se vendían a granel y se usaban para la elaboración de perfumes. Muchas de ellas se exportan al extranjero, sobre todo a Francia, y fueron objeto de un prolífico comercio. En 1928 se crea la Estación Experimental de las Esencias y Aceites de Regio Calabria.
