Serra San Quirico, bandera naranja del Touring Club Italiano
Si lo observas desde cierta distancia, Serra San Quirico aparece como un barco reclinado en una colina. Su tejido urbano medieval ha permanecido casi intacto, por lo que pasear por el pueblo, subir y bajar por sus callejuelas empedradas o a la sombra de las llamadas «copertelle» (pasajes cubiertos y porticados adosados a las murallas y dominados por viviendas) significa sumergirse en ambientes de otros tiempos. Pero Serra San Quirico es también un cofre de joyas nada desdeñables, como la barroca iglesia de Santa Lucia, parte del complejo monumental de Santa Lucia, antiguo convento de los padres silvestrinos, que hoy alberga la Cartoteca Storica Regionale delle Marche, el Museo d'Arte Contemporanea, premio Ermanno Casoli, 1998-2007 y el Museo di Storia Naturale del Territorio. Le siguen la céntrica Piazza della Libertà, con una fuente del siglo XVI y, a su alrededor, los edificios más importantes de la localidad, como la torre del Cassero, del siglo XIV. También merecen una visita las iglesias de San Filippo Neri, San Quirico e Giulitta y San Francesco. Aquí los reyes de la mesa con el Verdicchio DOC y el «calcione», un postre típico con queso, azúcar y huevos. Todo ello rodeado por la vegetación del parque regional de la Garganta de la Rossa y de Frasassi. A 10 minutos en coche de Serra San Quirico se encuentra la abadía de Sant'Elena, de estilo románico-gótico.
Senderismo en el parque regional de la Garganta de la Rossa y de Frasassi
Un área boscosa protegida repleta de biodiversidad, ermitas, abadías, gargantas y barrancos sobre la que discurren más de 35 senderos de diferentes dificultades. Un itinerario al alcance de todos (también para personas con capacidades motoras o sensoriales reducidas gracias a la presencia de rampas, mapas táctiles, cables guía y otras facilidades) es la vía verde del río Sentino, que parte de la pequeña aldea de San Vittore, donde se puede visitar la abadía de San Vittore delle Chiuse, el monumento románico más importante de las Marcas. La vía verde es un recorrido didáctico de aproximadamente 1 km que incorpora paneles explicativos para conocer la flora y la fauna de esta zona boscosa que bordea el río Sentino. En San Vittore, también puedes poner a prueba el equilibrio, la fuerza y el valor recorriendo inestables puentes colgantes o dejándote llevar por poleas situadas a gran altura en el parque Frasassi Avventura. El sendero más transitado, y no sin razón, es el que conduce al templo de Valadier y a la ermita de Santa Maria Infra Saxa. El recorrido comienza cerca de la entrada de las cuevas de Frasassi y se prolonga cuesta arriba durante algo menos de 1 km. Caminarás rodeado de un entorno único, creado por una naturaleza exuberante y por las escarpadas paredes de la garganta de Frasassi. Encajado en la cueva, el templo (encargado por León XII y diseñado por Giuseppe Valadier) tiene planta octogonal, paredes de travertino y una cúpula, y ofrece una vista realmente espectacular. En la pared de enfrente se abre el oratorio de Santa Maria Infra Saxa, ermita del siglo XI.
Las espectaculares cuevas de Frasassi
Una red de cuevas, pasadizos subterráneos, vestíbulos y salones superpuestos que se comunican a través de pozos verticales. Estalactitas, estalagmitas, columnas y pequeños lagos. Estas maravillas conforman las cuevas de Frasassi, un complejo espeleológico de gran importancia y uno de los destinos turísticos más atractivos de las Marcas, tanto por su recorrido como por la riqueza y la belleza de sus concreciones. La cavidad mayor, llamada gruta grande del Vento, fue descubierta en 1971 por un grupo de espeleólogos del CAI de Ancona. Las cuevas se fueron equipando progresivamente hasta abrirse a los visitantes tres años después. La visita comienza en el enorme abismo Ancona; los otros hipogeos tienen nombres de fantasía inspirados en las imágenes que evocan las concreciones, como la Sala delle Candeline (Sala de las Velitas), el Gran Canyon (Gran Cañón), la Sala dell'Orsa (Sala de la Osa) y la del Infinito.
Genga, bandera naranja del Touring Club Italiano
Situada en la cima de una colina en el valle alto del Esino, Genga está inmersa en el parque natural regional de la Garganta de la Rossa y de Frasassi, recluida entre las murallas del castillo medieval. Certificada por su calidad turístico-ambiental con la bandera naranja del Touring Club Italiano, a pesar de su reducida extensión presenta varios monumentos de interés, por ejemplo el museo Arte, Storia, Territorio en el palacio Fiumi Sermattei. La localidad también cuenta con productos y platos típicos, como embutidos (sobre todo el característico «ciauscolo»), la «crescia» y los «vincisgrassi». Desde Genga puedes desviarte a la aldea de Pierosara, guardiana de una antigua leyenda, o recorrer el camino que llega hasta el valle de Scappuccia y sus bellezas naturales.