Saltar el menú
Espiritualidad
TOSCANA

Los Caminos de Loreto en la Toscana, ruta de artistas, comerciantes y peregrinos

Caminando rodeados de las maravillas naturales, históricas y artísticas de las Crete Senesi y el Val di Chiana.

5 minutos

Un itinerario que sigue pistas históricas durante unos 114 km de pura belleza a través de los paisajes de las Crete Senesi y el Val di Chiana, uniendo importantes ciudades repletas de arte como Siena y Cortona. A continuación, toda la ruta se adentra en Umbría y Las Marcas, hasta llegar a la Santa Casa de Loreto, de donde procede el nombre de Caminos de Loreto.
Originalmente se trataba de un antiguo recorrido etrusco-romano, mientras que en la Edad Media se convirtió en una ruta de peregrinación vinculada al culto mariano de la Santa Casa de María, trasladada a Loreto tras la expulsión de los cruzados de Tierra Santa.

Actualmente los Caminos de Loreto en la Toscana se desarrollan por caminos blancos a través de los paisajes más bellos de la Toscana, caracterizados por surcos y relieves, robledales, llanuras y colinas cultivadas; tierras que antaño sufrieron plagas de malaria antes de ser saneadas en la época del Gran Ducado, así como de bandoleros, siempre dispuestos a saquear a peregrinos, comerciantes y caminantes.
Cinco etapas por algunas de las colinas más bellas del mundo, descubriendo pueblos medievales, tesoros etruscos y una naturaleza asombrosa que nos brinda unos marcos que han inspirado y siguen inspirando a artistas de todo el mundo, tanto ayer como hoy.

Rodeados del paisaje y los colores de las Crete Senesi

Rodeados del paisaje y los colores de las Crete Senesi

Un terreno caracterizado por unas singulares formaciones geológicas llenas de grietas y relieves, como los «calanchi» y las «biancane», debidas a la elevada capacidad de erosión del suelo arcilloso que lo caracteriza. De hecho, el nombre «Crete» deriva de la arcilla que compone predominantemente el suelo. Al combinarse con minerales como la sal gema y el yeso, confiere al paisaje de otoño e invierno un aspecto gris y desolado, pero de una forma fascinante y evocadora, a menudo descrita como «lunar».

Las Crete Senesi, con su paisaje único y evocador, se muestran en toda su belleza nada más salir del punto de partida del itinerario, Siena. Tras admirar su magnífica Piazza del Campo y el Duomo, el arte y la historia de la Ciudad del Palio dan paso a las onduladas colinas de arcilla que conducen a Vescona, un pueblo enclavado en la creta, rodeado de impresionantes vistas. Continuando, se llega hasta Asciano, donde se puede visitar la Basílica de Santa Ágata y el Museo Cívico Arqueológico. Por último, Serre di Rapolano, conocida por sus famosas termas y su preciado mármol travertino, ofrece una combinación perfecta de bienestar y cultura en un marco natural incomparable.

Caminando por el Val di Chiana, el granero de la Toscana

Caminando por el Val di Chiana, el granero de la Toscana

Fértil valle que se extiende entre las provincias de Siena y Arezzo, se caracteriza por sus pintorescos paisajes salpicados de sinuosas colinas y geométricos viñedos y olivares. Antaño conocida como el «Granero de Etruria» por su extraordinaria productividad agrícola, el Val di Chiana es hoy un lugar donde conviven la tradición y la innovación, una tierra donde el hombre ha sabido trabajar en armonía con la naturaleza.

La primera parada de los Caminos de Loreto con vistas al Val di Chiana es Sinalunga, un encantador pueblo con una larga historia y un patrimonio arquitectónico de gran interés. Siguiendo hacia el sureste, nos detenemos en Torrita di Siena, otra joya medieval conocida por sus antiguas torres bien conservadas y un excelente Vin Santo. A continuación, el camino se dirige hacia el norte y recala en Valiano, un antiguo castillo medieval rodeado de colinas, para llegar finalmente a Cortona. Destino final de los Caminos de Loreto en la Toscana, es un hermoso pueblo que domina el valle desde lo alto de una colina; es famosa por sus calles históricas, sus museos ricos en arte etrusco y renacentista, y la atmósfera mágica que impregna cada rincón.

Un camino dedicado al arte etrusco, medieval y contemporáneo

Un camino dedicado al arte etrusco, medieval y contemporáneo

El patrimonio natural e histórico de los Caminos de Loreto se enriquece con el patrimonio artístico a lo largo de la ruta. Desde el primer paso se despliega un legado de incalculable valor; Siena y su centro histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, albergan obras maestras como la «Alegoría del Buen y del Mal Gobierno», de Ambrogio Lorenzetti y «La Majestad» de Simone Martini en el Museo Cívico, así como obras de Donatello, Miguel Ángel y Bernini en el Duomo. Los paisajes de las Crete Senesi, por su parte, ofrecen un marco excepcional para la obra contemporánea Site Transitoire de Jean-Paul Philippe. Una imponente escultura en forma de ventana situada en una colina, a través de la cual pasan los rayos del sol poniente durante el solsticio de verano, proporcionando un emocionante espectáculo. Paso a paso, llegamos a los tesoros de arte sacro expuestos en el museo del Palacio Corboli de Asciano, firmados por maestros como Lorenzetti.

El itinerario termina a lo grande también desde el punto de vista artístico: Cortona esconde entre sus callejuelas tesoros del arte y la arqueología que se remontan a la época etrusca conservados en el Museo de la Academia Etrusca y de la Ciudad de Cortona, obras maestras medievales y renacentistas de Luca Signorelli y del pintor florentino Bicci di Lorenzo, así como obras contemporáneas de artistas italianos e internacionales, que pueden apreciarse en las numerosas galerías que salpican la ciudad.

Dulces sieneses, pici all’aglione, Vino Nobile...

Dulces sieneses, pici all’aglione, Vino Nobile...

Deliciosos sabores y tradiciones culinarias deleitan el camino a cada paso. Entre las joyas enogastronómicas que se pueden saborear a lo largo de la ruta destaca el Panforte de Siena IGP, un antiguo dulce enriquecido con frutos secos y especias típico de Navidad, pero que también es perfecto en cualquier ocasión, especialmente con una copa de Vino Nobile de Montepulciano DOCG, un tinto robusto y estructurado procedente de las colinas circundantes. Junto al Panforte está el Croccolato de Siena, un crujiente chocolate rico en historia.

En las tierras surcadas por los Caminos de Loreto se cría como antaño la famosa Cinta Senese DOP, que ofrece un jamón de gran calidad, mientras que los Pici, una pasta típica, combinan a la perfección con el Aglione del Val di Chiana, una variedad de ajo más grande y de sabor más delicado que el ajo común. Todo ello aderezado con un excelente aceite de oliva toscano IGP, de sabor armonioso. Por último, la raza bovina Chianina IGP, que se cría en el Val di Chiana, ofrece una carne fina y tierna que representa la excelencia toscana. 

¡Ups! Hubo un error al compartir. Acepta las cookies de perfil para compartir esta página.