Venosa
En Basilicata, donde las numerosas dominaciones han dejado numerosos testimonios históricos, la viticultura tiene orígenes muy antiguos y considera al Aglianico como protagonista. Probablemente introducida por los griegos en el siglo V a. C., esta variedad de uva con una historia que se remonta a miles de años encuentra en Venosa su hábitat predilecto. Considerado uno de los pueblos más bellos de Italia, Venosa es el municipio de la provincia de Potenza donde nació el poeta romano Quinto Horacio Flaco. Las propiedades únicas de esta tierra, rica en arcilla y minerales, dan vida al vino más famoso de Lucania, el Aglianico del Vulture DOC, de sabor redondo y agradablemente especiado, y que aún resulta más apreciado en sus versiones Superiore y Riserva DOCG.
Tras una agradable cata, es obligada una visita al Museo Arqueológico Nacional ubicado en el castillo de Pirro del Balzo, construido en el siglo XV en el centro de la ciudad. Tras dejar Venosa, nos dirigimos a la cercana Barile, con sus características bodegas excavadas en la toba. A lo largo del camino, una majestuosa montaña llamará nuestra atención: se trata del monte Vulture, un antiguo volcán ya extinguido, que actualmente es un espacio natural protegido caracterizado por densos bosques de hayas y coníferas.
Viggiano
El viaje por la belleza y los sabores de Lucania continúa hacia el Val d'Agri, y hacia Viggiano, un pueblo encantado dominado por los restos de un antiguo castillo, enclavado en una zona de valles y colinas.
Merece la pena degustar el Terre dell'Alta Val d'Agri DOC, elaborado con «merlot» y «cabernet sauvignon» que, aunque no son uvas autóctonas, expresan plenamente sus aromas en este terruño. De una excelencia enológica a otra, disfrutemos de una copa de Grottino di Roccanova DOC envejecido en cuevas de arenisca que datan del 1700. La tradición vinícola de Roccanova tiene orígenes muy antiguos, como demuestran los antiguos recipientes utilizados para el vino, expuestos en el Museo della Sibaritide de Policoro. Proseguimos nuestro fascinante viaje a través de las dolomías lucanas y de pueblos suspendidos en el tiempo, llegamos a la costa jónica en Nova Siri, donde las extensiones de cítricos y olivares dominan el paisaje. Allí mismo, podremos dejamos vagar nuestra mirada hacia las playas de aguas turquesas.
Matera
Una etapa obligada es sin duda Matera. En la ciudad de las piedras y del buen vino, no podemos terminar nuestro viaje sin degustar un buen Matera DOC. Tinto, blanco, espumoso o reserva. Esta denominación también sorprende con dos tipos monovarietales: Matera Greco DOC y Matera Primitivo DOC. El Primitivo domina las colinas de Matera y en particular Metaponto, que fue una de las ciudades más importantes de la Magna Grecia, con su color rubí-granate y su sabor armonioso y aterciopelado. Una visita al Museo Arqueológico Nacional nos permitirá conocer las múltiples facetas de una cultura milenaria que, con sus influencias, ha dado forma a estos territorios y a la variada tradición enogastronómica que los distingue.
Se trata de la ocasión perfecta para pasear por los viñedos y descubrir la historia y los vinos de Basilicata, entre paisajes de postal y los sabores de la buena mesa, junto con la cálida acogida de las bodegas del Movimento Turismo del Vino.
Para visitas y recorridos por las bodegas, ve a www.movimentoturismovinolive.it