Resumen
Entre los más altos de los Apeninos, a 1421 metros de altitud, el pueblo de Capracotta, en la provincia de Isernia, es un punto de referencia para los amantes del esquí de fondo y cuenta con un histórico club de esquí, fundado en 1914. En la meseta de Prato Gentile, la pista dedicada a Mario Di Nucci (1918-75), el mayor campeón local de la modalidad de fondo, está estructurada en tres circuitos: el competitivo circuito del valle, lleno de subidas y bajadas exigentes; el duro circuito de montaña, a veces cubierto de nieve hasta abril-mayo; y, por último, un circuito turístico. El pueblo se encuentra entre el Valle del Sangro y el Valle Superior del torrente Verrino, afluente del Trigno, y está inmerso en un paisaje de singular belleza, sobre el que la nieve cae generosamente. La iglesia de Santa María de la Asunción domina un solemne panorama sobre el Valle del Sangro, con la majestuosa mole de piedra arenisca y la fachada barroca. La tradición de la alta costura de este pequeño pueblo de montaña ha exportado artesanos cualificados y solicitados a todo el mundo, hasta el punto de que, en el siglo XX, un joven que llegaba a Roma o París tras un aprendizaje en los talleres locales tenía donde elegir entre las ofertas de trabajo de las «maisons» de alta costura. Uno de los herederos de esta tradición es hoy Sebastiano Di Rienzo, presidente de la Accademia Nazionale dei Sartori, que, para celebrar la maestría de los artesanos de Capracotta, ha creado el Museo del arte de la sastrería S.E.B.A, inaugurado en 2015 en un edificio del centro histórico de Via Risorgimento.
