Máscaras, sabores y colores iluminan el Carnaval en toda Italia

El Carnaval de Venecia es uno de los más famosos del mundo, atrayendo cada año a multitudes de turistas y curiosos que vienen a admirar la Plaza de San Marcos, los canales y las callejuelas de Venecia animadas por los colores y el encanto de elegantes máscaras y disfraces. De orígenes muy antiguos (de hecho, ya se menciona en un documento de 1094), en el Carnaval de Venecia su emblema es la máscara, tras la cual los ciudadanos de la Serenísima podían ocultar su identidad y anular cualquier distinción social. Allí se programan numerosos actos y celebraciones, por ejemplo el famoso Vuelo del Ángel desde el Campanario de San Marcos o la recreación histórica de la Festa delle Marie (Fiesta de las novias) y el Svolo del Leon (Vuelo del león), el homenaje al León Alado de San Marcos, símbolo de Venecia, pasando por desfiles de máscaras y concursos con premio a la máscara más bella, paseos en barca, galas y sesiones de DJ, conciertos y puestos de comida y bebida.

Entre las celebraciones más originales y folclóricas que se organizan en “la Bota” se encuentran los festejos del Carnaval Histórico de Ivrea, en Piamonte, únicos en su género por la espectacular Batalla de las Naranjas: una recreación medieval que tiene lugar en tres días en torno al Martes de Carnaval, que revive el enfrentamiento entre los aranceri a piedi (naranjeros a pie), que representan al pueblo, y los tiratori di arance (tiradores de naranjas), que desfilan por las calles de la ciudad en carros tirados por caballos, que representan a los tiranos. Pero los rituales del Carnaval de Ivrea son mucho más complejos: entre las diversas recreaciones históricas se encuentran también la hoguera del Abbruciamento dello Scarlo (Quema del Scarlo), la Alzata degli Abbà (la elevación de los Abbà, figuras simbólicas) y la esperadísima presentación de la Mugnaia (su heroína). Un elemento distintivo del Carnaval de Ivrea es la boina roja: un accesorio obligatorio que hay que llevar para no ser confundido con un naranjero y librarse así de las naranjas.

Dedicado a las artes, la artesanía y las tradiciones de la ciudad, con orígenes muy antiguos y hermanado nada menos que con el Carnaval de Río, el Carnaval de Cento, en la provincia de Ferrara, se distingue por la tradición de los lanzamientos: los participantes, en carrozas alegóricas que desfilan por las calles de la ciudad, lanzan a la multitud artilugios y objetos diversos, como globos hinchables y peluches. El corazón de la fiesta es la plaza Guercino, donde tiene lugar la quema de Tasi, la máscara característica de la localidad. Además del desfile de carrozas con máscaras y grupos disfrazados, hay conciertos, actuaciones de grupos brasileños y actos paralelos de deporte, cultura y sabores.

Con una tradición que se remonta a 1873, el Carnaval de Viareggio es uno de los carnavales más famosos del mundo gracias a sus enormes y espectaculares carrozas alegóricas, fruto del trabajo de más de 1000 operarios y más de 25 empresas. Realizadas en cartón piedra, las carrozas y sus gigantescas caricaturas de cartón tratan temas contemporáneos en forma de mordaz sátira, representando a personajes políticos y del mundo del espectáculo. Además de los desfiles por el paseo marítimo de Viareggio, el Carnaval va acompañado de fiestas de barrio, visitas guiadas, talleres y un desfile nocturno para celebrar el Jueves de Carnaval.

Se considera el carnaval más antiguo de Italia junto con el de Venecia (el primer documento que atestigua su origen data de 1347): el Carnaval de Fano, en la región de Las Marcas, destaca por la creatividad de sus carrozas y los lanzamientos. No es confeti lo que se tira al público durante los desfiles de los tres domingos que preceden al Martes de Carnaval, sino quintales de caramelos, bombones y manjares diversos. Las carrozas del Carnaval de Fano alcanzan los 16 metros de altura, están iluminadas con un sinfín de luces y van acompañadas de música arambita (música furiosa en dialecto), interpretada por un estrafalario grupo de instrumentistas que tocan objetos improvisados. A la cabeza de la procesión está el Pupo, caricatura de un personaje famoso, que es la máscara local.

En Cerdeña hay un carnaval muy particular: el de Mamoiada, en la provincia de Nuoro. Se trata de una misteriosa y ancestral fiesta de carnaval que, en lugar de carrozas, sube al escenario originales máscaras folclóricas: los Issohadores (cordeleros), que llevan tocado tradicional, máscara blanca, corpiño rojo, pantalón blanco, mantón, sonajas y una cuerda, y los Mamuthones (personajes infernales), que visten pieles de oveja y máscaras de madera y caminan lentamente, doblados bajo el peso de 30 kg de cencerros. Nacido supuestamente como rito propiciatorio de la cosecha, este carnaval se desarrolla con un desfile en el que los Issohadores hacen participar a las mujeres, lanzándoles la cuerda que llevan puesta, gesto considerado como un deseo de fertilidad.

El Carnaval de Putignano, en Puglia, mezcla tradiciones ancestrales y creaciones contemporáneas, usando unas sensacionales carrozas realizadas por maestros artistas del papel maché de fama mundial. Las fiestas comienzan el 17 de enero, festividad de San Antonio Abad, y se suceden todos los jueves, con días dedicados a diferentes categorías (los jueves de los Monseñores, de los Sacerdotes, de las Monjas, de las Viudas, de los Locos, de las Esposas, hasta existen los jueves de los Cornudos, con el divertido ritual de cortar los cuernos). Una máscara tradicional es la Farinella (farineta), cuyo nombre procede de uno de los platos más populares de la cocina local.

Por último, el Carnaval de Acireale es el más famoso de toda Sicilia, un acontecimiento histórico lleno de color y música que se remonta al siglo XVI, cuando era tradición desafiarse lanzándose naranjas y limones (posteriormente prohibidos). Entre las calles del espléndido centro barroco de Acireale se suceden los desfiles de máscaras y carrozas de cartón piedra. Además de las mastodónticas carrozas alegórico-grotescas equipadas con sofisticados movimientos mecánicos y luces, también hay carrozas floreadas con temas realizados enteramente con flores frescas, y también carrozas en miniatura, a menudo reproducciones de las propias carrozas, en una verdadera apoteosis de luz y color.