Saltar el menú
Destino turístico
Cerdeña. Itinerario por las Baronie.

Descubriendo las Baronie: un rincón de la Cerdeña más auténtica enclavado entre el mar y la montaña

Tipología
car route
Duración
5 días
Número de etapas
6
Dificultad
Fácil

Las Baronie son una de las joyas mejor conservadas de Cerdeña, un territorio enclavado entre el mar y la montaña que fascina por sus contrastes. Gracias a su proximidad a Olbia, se puede acceder fácilmente a este territorio por aire o por mar, pero se diferencia claramente del glamour de la vecina Costa Smeralda.

Aquí, en la parte oriental de la provincia de Nuoro, las escarpadas cumbres del monte Albo vigilan la naturaleza salvaje de los alrededores, un paraíso para los amantes del senderismo, el ciclismo de montaña y la escalada. Al bajar de las alturas, las rocas dan paso a colinas y llanuras verdes, atravesadas por cursos de agua que vacilan entre recovecos y lagunas antes de unirse al Tirreno. En la costa, los aromas del maquis mediterráneo impregnan los acantilados y las calas con playas de arena, lo que hace que este tramo de costa sea muy codiciado en verano. Pero las Baronie no son solo naturaleza: estas tierras son testigos de un pasado aún visible en las ruinas nurágicas, en las antiguas chozas de los pastors, en los castillos y en las torres medievales.

Las Baronie tienen mucho que ofrecer, pero para saborear al máximo su autenticidad es aconsejable visitarlas entre mayo y septiembre, teniendo cuidado de evitar, si es posible, los periodos de temporada alta. Es obligatorio llevar en la maleta unas zapatillas de senderismo, una cámara y mucha curiosidad. 

Comenzamos nuestro viaje en Posada, un encantador pueblo medieval y antigua capital de la Baronia septentrional, para luego aventurarnos en una ruta de senderismo hacia las cumbres del monte Albo y sus impresionantes vistas. Continuamos el recorrido explorando los misterios de la civilización nurágica en el yacimiento arqueológico de Janna 'e Pruna y el museo de Irgoli. Después de una visita al pueblo de Galtellì, llegaremos a Orosei, el corazón de la Baronia meridional. Por último, nos despedimos de este rincón de la Cerdeña más auténtica entre el verde y el azul del oasis de Biderosa, en lo que más que una despedida será un hasta luego.

Día 1

Posada

Posada

El antiguo pueblo de Posada es la puerta de entrada ideal a las baronías. De fácil acceso desde Olbia, señala su presencia también desde lejos de una manera muy escenográfica: el centro histórico se alza sobre un acantilado que sobresale sobre las llanuras circundantes y, en su parte más alta, se eleva el perfil severo del castillo de la Fava. La fortaleza medieval debe su nombre a una curiosa leyenda. Esta cuenta cómo lograron los habitantes de Posada expulsar a los piratas sarracenos gracias a una paloma y a un puñado de habas. Antes de llegar al castillo, pasea un poco por las calles empedradas y los coloridos muros del pequeño centro histórico. A continuación, profundiza en la historia del pueblo visitando la fortaleza y descubrirás la importancia que ha tenido el primero a lo largo de los siglos, además de disfrutar de la vista panorámica que, desde las murallas, se abre hasta el mar Tirreno.
Hoy en día, Posada es, sobre todo, un destino de playa. A las costas se puede llegar desde el pueblo en muy poco tiempo a pie o en bicicleta. Entre sus cinco playas, la de San Giovanni destaca por la presencia de la torre de vigilancia aragonesa de San Giovanni, que servía para defenderse de piratas e invasores.

Día 2

Monte Albo

Monte Albo

Siguiendo la SS 125, en dirección sur, se comienza a divisar el perfil del monte Albo, un gigante de roca tendido entre arbustos que, desde sus más de mil metros, domina las Baronie. El monte se llama Albo, es decir, blanco, por el color de sus crestas calcáreas de superficie árida, a veces casi lunar.

Siguiendo por la carretera se pasa por la ciudad de Siniscola y aquí, tomando la SP 3, llegarás en pocos minutos a la Vecchia Cantoniera di Sant'Anna, sede del CEAS - Centro di Educazione Ambientale e alla Sostenibilità Montalbo (Centro de Educación Medioambiental y para la Sostenibilidad Montalbo) de Lodè. El CEAS es el punto de partida de varios senderos y rutas en dirección a la montaña, además del lugar donde podrás encontrar información para elegir el más adecuado. En el caso de los menos expertos, es recomendable contar con guías y elegir alguna de las excursiones organizadas, para vivir una experiencia segura y agradable por rutas que no siempre están bien señalizadas. 

Cualquiera que sea el itinerario elegido, hacer senderismo por el monte Albo será una experiencia agotadora pero satisfactoria: subiendo por sus laderas nos sumergiremos en una biodiversidad extraordinaria de flora y fauna y, una vez que se llega a las cumbres, el panorama se abre de par en par a una extensión de tonos verdes hasta donde alcanza la vista, aunque en los días despejados, hacia el este el verde deja espacio al azul de la costa del Tirreno. A lo largo de la ruta, encontrarás rediles y cabañas que eran utilizados por los pastores durante la trashumancia. También cabe destacar la presencia de emplazamientos nurágicos en toda la zona del monte.

Complejo arqueológico de Janna 'e Pruna

Complejo arqueológico de Janna 'e Pruna

Inmerso en la vegetación de la cresta del monte Senes, el complejo arqueológico de Janna 'e Pruna es el testigo silencioso del pasado nurágico de las Baronie. 

Desde la zona de Siniscola, puedes llegar rápidamente a este lugar recorriendo la carretera provincial 45 en dirección sur, para luego girar por carreteras asfaltadas pero no demasiado fáciles.

Esta zona sagrada se componía de varios edificios y era utilizada por las poblaciones nurágicas del lugar para actos religiosos y ritos votivos. Al cruzar el umbral del complejo nos encontramos inmediatamente con el templo del que toma su nombre el lugar, para luego continuar hasta la fuente sagrada de Su Notante, una obra maestra de la ingeniería de la Edad del Bronce dedicada al culto a las aguas. En la zona se han identificado otras construcciones de función desconocida, uno de los muchos misterios insondables que envuelven a la civilización nurágica. Y para no abandonar el santuario de Janna 'e Pruna con más preguntas que respuestas, se recomienda encarecidamente una visita al cercano Antiquarium municipal de Irgoli, donde encontrarás los objetos hallados en el emplazamiento. El museo ofrece una continuación ideal de la visita a la zona arqueológica, a través de un recorrido que cuenta la historia del territorio desde el Neolítico hasta la Edad Media.

Día 3

Galtellì

Galtellì

Separado del Tirreno por el monte Tuttavista y dominado por el monumento natural de Sa Preta Istampata, Galtellì se presenta como un tranquilo pueblo de origen medieval en el que el tiempo parece haberse detenido. Sin embargo, lo que hoy es sobre todo un lugar de vacaciones y espiritualidad, en el pasado era uno de los centros administrativos más importantes de la Baronia meridional. Desde Irgoli se puede llegar fácilmente recorriendo la SP 25 en dirección sur, para luego continuar por la estatal 129. El centro histórico de Galtellì te acogerá entre sus bajos edificios con un ambiente relajado, que invita a una visita tranquila. El pueblecito tiene la bandera naranja del Touring Club italiano y es conocido por ser el lugar donde Grazia Deledda ambientó «Cañas al viento», su obra más conocida. Paseando por las estrechas calles de piedra tendrás la oportunidad de reconocer los lugares descritos en la novela siguiendo los pasos de la escritora, hasta la fecha la única mujer italiana que ha recibido un Premio Nobel de Literatura: no te pierdas la visita al parque literario Grazia Deledda. Al final de la ruta literaria, dirígete al museo etnográfico Sa domo 'e sos Marras. El museo se ha creado restaurando fielmente la antigua casa solariega de la familia Marras y ofrece una interesante visión de la vida cotidiana en las Baronie del siglo XVIII.

Día 4

Orosei y su centro histórico

Orosei y su centro histórico

Retomamos la SS 129 en dirección este para llegar a Orosei, el corazón de la Baronia meridional. Los más de 20 kilómetros de costa de su municipio la han convertido en un destino de playa muy conocido, pero además de las playas, Orosei ofrece muchas otras razones para visitarla. Te darás cuenta de ello dirigiéndote inmediatamente a ese barrio marinero que es el centro histórico, donde la brisa salada se abre paso en el laberinto de calles empedradas. Comienza el camino en la iglesia de Sant'Antonio Abate, que destaca por la rústica sobriedad que le confieren los bloques de piedra volcánica con los que se construyó. Continúa en dirección norte y detente en Piazza Sas Animas, donde sentirás posarse sobre ti la mirada severa de la torre de la Prigione Vecchia (Prisión Vieja). Sus paredes desnudas fueron lugar de reclusión de forajidos durante cuatro siglos. Se respira otra atmósfera en el cercano museo Don Giovanni Guiso, que alberga una fascinante colección de maquetas de teatros de época y trajes de escena. El museo abre sus puertas de mayo a septiembre, mientras que en otros periodos se puede visitar con cita previa. Continúa hasta el final de este breve recorrido con una visita a la iglesia de San Giacomo Maggiore, el principal edificio religioso de Orosei y un sugerente ejemplo de arquitectura barroca.
La iglesia se asoma a la céntrica Piazza del Popolo, donde se puede disfrutar de un merecido descanso y luego decidir cómo continuar explorando, tal vez aprovechando uno de los numerosos restaurantes del pueblo para degustar la sabrosa cocina local.

Día 5

Oasis de Biderosa

Oasis de Biderosa

Poco más de 10 kilómetros separan del oasis de Biderosa, un excelente lugar para concluir la visita de las Baronie y llevarte el recuerdo de la auténtica Cerdeña. El área protegida alberga un bosque costero rico en biodiversidad, atravesado por senderos bien señalizados y fáciles de recorrer. Una vez en la estación forestal situada a la entrada del parque, tendrás la oportunidad de recopilar toda la información sobre el oasis y su reglamento.

Tras cruzar la entrada, es imposible no sentir el intenso aroma de los enebros y los pinos carrascos, mientras que los senderos conducen hacia el mar a la sombra de las altas encinas. En el camino encontrarás el gran lago de Sa Curcùrica y otras lagunas y arroyos, cubiertos de nenúfares y cañaverales. El recorrido termina en unas encantadoras playas, que ofrecen la posibilidad de refrescarse en las guas azules del Tirreno.

¡Ups! Hubo un error al compartir. Acepta las cookies de perfil para compartir esta página.