Resumen
El castillo es un gran y suntuoso edificio residencial de montaña, diferente de los demás de los valles del Adigio y del Isarco/Eisack por su menor antigüedad y por la ausencia de fortificaciones, ubicado a apenas diez kilómetros de Vipiteno/Sterzing.
Esta originalidad es la que hace que valga la pena una visita. Wolfsthurn es, de hecho, una residencia con orígenes en el siglo XVIII que sigue siendo propiedad de la familia Sternbach, que la adquirió un siglo más tarde. La curiosa pasión de la familia por los números resulta aquí evidente: se trata de un edificio que cuenta con 365 ventanas, 52 puertas, 12 chimeneas y 4 portadas, como los días, las semanas, los meses y las estaciones del año. También es original por albergar en la primera planta un curioso museo de la caza y la pesca, entendidas desde un punto de vista histórico-cultural. Hay dioramas que muestran animales salvajes típicos de la zona, una exposición de objetos de arte popular, como cuernos de pólvora, zurrones y utensilios de cazadores, tabaqueras, cajas de balsa, pipas o vasos, otros dioramas con especies de peces locales y una colección sobre la pesca con mosca.
Las salas de la segunda planta han permanecido en su estado original, lo que permite observar los modos de vida de la nobleza entre los siglos XVIII y XIX. Varias estancias todavía tienen tapices en las paredes, ilustrados con detalles sobre estas decoraciones textiles, su producción y la historia de cómo surgieron. En resumen, un lugar tal vez un poco extraño, pero atractivo.
