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Arte y cultura
Toscana

El Carnaval histórico de Bibbiena, donde la paz y el amor apagan una disputa medieval

Una hermosa muchacha disputada, un conflicto de clases que divide al pueblo a causa del amor, que triunfa al final, completado con una hoguera para propiciar la paz y pedir una cosecha abundante.

3 minutos

El Carnaval histórico de Bibbiena, la ciudad más importante del Casentino, a 30 kilómetros de Arezzo, se desarrolla basándose en sucesos novelescos.

Todos los años tiene lugar aquí la tradicional Rievocazione della Mea, que retrotae a Bibbiena a la época medieval, con celebraciones tradicionales en la plaza, mercados, banquetes, ondeo de banderas y con edificios históricos abiertos al público.

El origen de la leyenda: el rapto de la bella Mea

el rapto de la bella mea

El origen de las celebraciones del carnaval de Bibbiena es una leyenda popular: en la época en la que el conde Tarlati era el señor de la ciudad, en el popular barrio de Fondaccio, en Bibbiena, vivía una joven y bella lavandera: Bartolomea, conocida como Mea. Un día, mientras Mea llevaba su ropa lavada a casa, se fijó en ella el joven hijo del conde, Marco Tarlati, que se enamoró de ella hasta tal punto que la secuestró, encerrándola en su palacio. Su delito provocó un levantamiento popular, encabezado por Cecco el tejedor, prometido de Bartolomea, y un enfrentamiento entre facciones que incendió la villa: por un lado estaban los fondaccini, llamados así por el barrio popular al que pertenecían Cecco y Mea; por otro, los piazzolini, los habitantes de los palacios, en la parte alta de la villa.

La leyenda de Mea tiene un final feliz: para sofocar los disturbios, el viejo conde convocó a la población a la plaza y liberó a la bella Mea, vestida con suntuosos ropajes.

Las raíces históricas y el personaje de Pier Saccone Tarlati

pier saccone tarlati

Como pasa con todas las leyendas, la del Rapto de la Mea hunde sus raíces en la Historia. Los orígenes de la fiesta se remontan a mediados del siglo XIV, cuando la poderosa familia Tarlati gobernaba Bibbiena.

Existen varias hipótesis: parece que la fiesta se originó tras una victoria militar del ya anciano Pier Saccone Tarlati, condottiero y capitán mercenario. Otra posibilidad es que la historia se inspirara en uno de los muchos asedios que sufrió Bibbiena por parte de los florentinos: para demostrar que la ciudad no estaba de rodillas, Tarlati hizo quemar un gran enebro en las murallas, junto con carne y otras provisiones. La versión más probable es que Pier Saccone quisiera reproducir en Bibbiena las fiestas que se celebraban en aquellos años en Florencia, con el objetivo de que el pueblo pudiera dar rienda suelta a sus diversiones.

Viaje en el tiempo: destino Edad Media

carnaval medieval de bibbiena

En cualquier caso, si pasáis por Bibbiena el domingo de Carnaval, os encontraréis inmersos en un pueblo medieval, rodeados de damas, guerreros a caballo y malabaristas. Es imprescindible que animéis a uno o a otro bando: por un lado, los fondaccini, vestidos de amarillo-rojo; por otro, los piazzolini, de blanco-azul.

Aún hoy, en el desfile de disfraces que da comienzo a las celebraciones, al principio los dos distritos están separados, reflejo de su antigua rivalidad: además de los figurantes que interpretan a los protagonistas de la leyenda, podréis ver en acción a abanderados, tamborileros, músicos y bailarines.

Al final, los dos desfiles confluyen en la plaza Tarlati, donde un narrador, normalmente un actor de la compañía local, recrea la leyenda, acompañado por los cantos del coro del pueblo, uno de los pocos lugares de Italia que ha recuperado las tradiciones del canto coral renacentista, y las danzas del cuerpo del baile medieval.

 

Crédito foto: PH. Parri Luciano

La hoguera del Bello Pomo, símbolo de concordia y prosperidad

hoguera

El martes de Carnaval, último día de las fiestas, a las 17 horas, al son de la campana de la torre principal del castillo, después de que la Mea, interpretada por una de las muchachas más bellas del pueblo, haya sido devuelta a su barrio, los piazzolini y fondaccini se dirigen a la pequeña plaza que divide los dos barrios, llamada la piazzolina, donde el más anciano de los fondaccini, o en general la persona de más edad del pueblo, enciende solemnemente el fuego del Bello Pomo, el enebro símbolo de la paz y la buena suerte.

La fiesta continúa entre cantos, bailes y abundantes libaciones.

Durante los tres días que duran las fiestas, Bibbiena cobra vida: podréis visitar sus palacios históricos, mercados y talleres artesanales, asistir a los espectáculos de abanderados y cetreros o participar en los desafíos que proponen los juegos antiguos.

Por último, podréis participar en los bailes y cantos en la plaza y sentaros a la mesa, en una taberna o en uno de los numerosos banquetes en los que se pueden degustar las especialidades locales: sopa de cebolla, ñoquis medievales y asado de Fondaccio.

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