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Arte y cultura

Viaje por Italia a través de las 10 obras más importantes de Rafael.

4 minutos

Considerado el pintor más apreciado y representativo del Renacimiento, Rafael dejó un ingente número de obras pictóricas, reconocidas internacionalmente como algunas de la principales obras maestras de la historia del arte. Les sugerimos las diez obras más hermosas de este pintor que pueden contemplarse en Italia.

Los desposorios de la Virgen, Milán

Los desposorios de la Virgen, Milán

Realizada en 1504, cuando Rafael tenía apenas veintiún años, el retablo de altar Los desposorios de la Virgen marca la transición del período juvenil a la madurez artística. La pintura muestra por primera vez la plena autonomía de estilo respecto al maestro Perugino y una notable atención por el espacio prospectivo y por el ideal de belleza. Albergado en la iglesia de San Francisco de Città di Castello hasta 1798, hoy se conserva en la Pinacoteca de Brera, en Milán.

El Retablo Baglioni, Roma

El Retablo Baglioni, Roma

Conocido también como “Deposición Borghese”, el Retablo Baglioni es un óleo sobre tabla de 1507 que representa el traslado de Cristo, una de las obras de arte más célebres del período florentino de Rafael. La composición sigue un esquema clásico, pero añade dinamismo, dramatismo y naturalidad a las actitudes. Presente durante un tiempo en la iglesia de San Francesco al Prato de Perugia, en la actualidad es custodiado en la Galería Borghese, en Roma.

La Virgen del jilguero, Florencia

La Virgen del jilguero, Florencia

La Virgen del jilguero es una de las primeras obras de Rafael, realizada en Florencia en 1506 con ocasión de la boda de Lorenzo Nasi y Sandra di Matteo Canigiani. La influencia de Leonardo es claramente visible en la composición piramidal, en el uso del claroscuro y en los rasgos somáticos de los dos niños. En la actualidad, la obra se encuentra en la Galería degli Uffizi de Florencia.

Trinidad y santos, Perugia

Trinidad y santos, Perugia

Rafael se traslada a Perugia en 1505 para trabajar en la capilla de San Severo, posteriormente completada por Perugino. Aquí realizó el fresco superior con la Trinidad, los santos benedictinos Mauro, Plácido y Benito, y los camaldulenses San Romualdo, San Benito Mártir y San Juan Mártir. La obra destaca por la monumentalidad y el efecto tridimensional, con la mirada que converge en Cristo. Todavía puede verse en la iglesia del monasterio de San Severo, en Perugia, hoy museo dedicado a Rafael y Perugino.

San Sebastián, Bérgamo

San Sebastián, Bérgamo

Pintado por un Rafael antes de cumplir veinte años, San Sebastián muestra una gran elegancia en su ejecución y claras alusiones a Perugino; pero ya revela un estilo propio en los delicados rasgos del rostro, en la elegancia de los gestos y en la estructura de la composición. La obra se encuentra en la Academia Carrara de Bérgamo.

La Fornarina, Roma

La Fornarina, Roma

Realizada en torno a 1518-1519, la Fornarina es una obra con la que Rafael mantuvo una relación especial (la conservó en su estudio hasta su muerte). La identidad de la mujer representada no ha sido nunca confirmada: muchos estudiosos de arte la han identificado con Margherita Luti, musa inspiradora y amante de Rafael, la misma que aparecería también en La Velada. Dos elementos que corroboran la tesis de la mujer amada: la cinta del brazo con el nombre del artista y el mirto, tradicionalmente asociado a Venus, la diosa del amor. La pintura se conserva en la Galería Nacional de Arte Antiguo del Palacio Barberini en Roma.

Autorretrato, Florencia

Autorretrato, Florencia

Pintado al temple en torno a 1504-1506, es el autorretrato más famoso del gran maestro del Renacimiento italiano: la obra ha sido frecuentemente objeto de discusión entre los estudiosos en cuanto a la adjudicación. Hoy hay una cierta inclinación por la teoría de que se trata de una réplica del autorretrato del artista que aparecen en la Escuela de Atenas. Se puede contemplar en la Galería degli Uffizi de Florencia.

El éxtasis de Santa Cecilia, Bolonia

El éxtasis de Santa Cecilia, Bolonia

Obra maestra de la madurez de Rafael, fundamental para la evolución del clasicismo del siglo XVII, el Éxtasis de Santa Cecilia fue encargada por la aristócrata Elena Duglioli para la capilla dedicada a Santa Cecilia en la Iglesia de San Giovanni in Monte de Bolonia. La obra va contra la representación tradicional de la divinidad con el realce de la representación humana: el centro de la escena está presidido por la experiencia mística de la santa. La obra se encuentra en la Pinacoteca Nacional de Bolonia.

La escuela de Atenas, Vaticano

La escuela de Atenas, Vaticano

Probablemente la obra más conocida de Rafael, la Escuela de Atenas es un enorme fresco realizado entre 1509 y 1511 para la Stanza della Segnatura ubicada en el Palacio Apostólico. La obra rinde homenaje a la sabiduría clásica: en el centro de un eje prospectivo ideal están representados Aristóteles y Platón, que conversan con otros célebres filósofos y matemáticos de la antigüedad, como Euclides, Pitágoras, Epicuro y Sócrates. La obra puede contemplarse en el recorrido de los Museos Vaticanos.

La Transfiguración, Vaticano

La Transfiguración, Vaticano

Es la última obra realizada por Rafael antes de su muerte y ejemplifica su pleno desarrollo como artista. La obra representa dos episodios narrados en el Evangelio de San Mateo: la Transfiguración de Cristo entre los profetas Moisés y Elías y el encuentro de los Apóstoles con el niño poseso. La composición es muy compleja, con dos registros distintos: calmada y ordenada en la parte superior, dinámica y dramática en la parte inferior con un efecto enormemente teatral. La obra puede ser contemplada en la Pinacoteca Vaticana.

Cabe recordar que Rafael fue uno de los más grandes maestros del Renacimiento italiano, no tan solo como pintor, sino también como arquitecto. En 1514, tras la muerte de Bramante, fue nombrado arquitecto jefe de la obra de la Basílica de San Pedro: arquitecto innovador, Rafael sustituyó la planta de cruz griega por la planta de cruz latina y otorgó a la iglesia un realzado efecto claroscuro de origen pictórico. También se debe a Rafael la realización de otros edificios religiosos de Roma (como la Capilla Chigi y la Iglesia de Sant’Eligio degli Orefici), palacios civiles (Villa Madama, Palacio Branconio de l’Aquila, Palacio Jacopo de Brescia, Palacio Pandolfini y Palacio Alberini) además del suntuoso conjunto de las Logias de Rafael en el Vaticano.

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