Museo Deleddiano
Muchos artistas y literatos han dado prestigio a la ciudad principal de Barbagia, pero uno destaca sobre los demás. Y el primer nombre que viene a la mente es el suyo. Comenzar el itinerario por el «mundo» cultural de Nuoro desde la casa natal de Grazia Deledda, hoy convertida en museo, es un planteamiento natural, casi obvio. Tendrás la sensación de pasear por las páginas de sus libros, a través de palabras, imágenes y ambientes reconstruidos a partir de sus novelas.
Piazza Satta
Nuoro también destila creatividad al aire libre: un corto paseo de 300 metros conduce en pocos minutos al entorno de piazza Satta. Allí conviven dos almas: la poética de uno de los literatos sardos más famosos, Sebastiano Satta, nacido precisamente en uno de los edificios que rodean la plaza, y la figurativa de Costantino Nivola. Fue el escultor Orano quien diseñó y realizó el trazado de la plaza, con un suelo de bloques de granito y estatuillas de bronce colocadas en las cavidades de cantos rodados también de granito. Contempla durante unos minutos este lugar y su atmósfera surrealista para, más tarde, dejar el barrio de Santu Pedru y caminar por Via Satta.
MAN, el museo de arte de la provincia de Nuoro
Tras un paseo corto de unos 100 metros, toca explorar el MAN, el museo de arte de la provincia de Nuoro, justo detrás del «salón» de la ciudad, Corso Garibaldi, lleno de bares y tiendas. La exposición es un recorrido por el conocimiento de los principales artistas sardos —entre ellos el propio Nivola, Francesco Ciusa y Maria Lai— y los pone en contacto con las tendencias creativas más recientes.
Museo Etnográfico Sardo
El primer día de Nuoro termina en las afueras, en la colina de Sant\'Onofrio: aquí, a menos de un kilómetro del MAN, se encuentra el Museo Etnográfico Sardo, la principal exposición etnográfica de la isla. En sus seis salas se exponen las «piedras angulares» de la cultura sarda: trajes tradicionales, objetos, máscaras, instrumentos musicales e incluso panes típicos.
Catedral de Santa Maria della Neve
El segundo día partimos (casi) desde donde nos habíamos detenido, a solo diez minutos a pie del museo etnográfico. La primera parada es la majestuosa catedral de Santa Maria della Neve, el centro espiritual de todo Nuorese, que se encuentra frente a la plaza del mismo nombre. Las columnas y el tímpano remiten a un templo clásico, mientras que los dos campanarios laterales, «gemelos», contribuyen a aumentar la atmósfera de solemnidad. El interior, entre mármoles blancos, espejos polícromos y adornos dorados, te dejará casi sin aliento.
Museo Arqueológico Nacional «Asproni»
Sumergirse en el patrimonio cultural de Nuoro significa en ocasiones hacer un viaje en el tiempo, especialmente cuando, en via Mannu, a solo 150 metros de la catedral, te encuentras frente al jardín que te introduce en el Museo Arqueológico Nacional «Asproni», ubicado en uno de los edificios más significativos del siglo XIX de la ciudad. Aquí se exponen restos paleontológicos y arqueológicos del territorio, desde la prehistoria hasta la Edad Media. Encontrarás objetos procedentes de los principales sitios del Alto Nuorese y de las Baronías, desde la fuente sagrada Su Tempiesu de Orune hasta el pueblo nurágico de sa Sedda ‘e sos Carros en Oliena, hasta los hallazgos del «mítico» Castello della Fava en Posada.
Iglesia de la Madonna della Solitudine
Una vez finalizada la visita, el camino retoma una dimensión espiritual, conectando de manera perfecta con el origen del itinerario: un kilómetro en dirección norte y llegarás a la iglesia de la Madonna della Solitudine, en las laderas del monte Ortobene. Allí descansa Grazia Deledda. Te impresionará la puerta de bronce realizada por Eugenio Tavolara, la antigua campana del siglo XVII conservada en su interior y la atmósfera de paz y serenidad que se respira fuera de sus muros. Desde aquí, podrás alargar el recorrido para dirigirte a la cima del monte que vigila Nuoro desde las alturas, y admirar el panorama, junto a la imponente estatua de bronce del Redentor, meta de una apasionada procesión durante la gran celebración de finales de agosto.