Iglesia de San Gregorio al Celio

San Gregorio Magno, procedente de una noble familia romana, como el papa San Félix III, fundó la iglesia en el 575 d. C. En la Capilla Salviati hay una pintura de la Virgen que, según la leyenda, habló a San Gregorio. Antes de su elección, Gregorio transformó su casa en un monasterio y una iglesia dedicada a San Andrés Apóstol. En la Alta Edad Media, se construyó en su lugar una iglesia dedicada a él. El proyecto de Gian Battista Sorìa incluía una fachada, una escalinata y el atrio. El interior, de estilo barroco, fue renovado por Francesco Ferrari.
La fachada se alza en lo alto de la escalinata, dividida en dos órdenes de pilastras. El pórtico y las grandes ventanas balcón coronan la crujía central. El atrio, rodeado de pórticos, contiene las sepulturas de personajes importantes, como Sir Edward Carne, enviado por Enrique VIII en 1561 para tratar el divorcio del rey de su primera esposa Catalina de Aragón. El interior, subdividido en tres naves con dieciséis columnas antiguas, está decorado con pilares y estucos. Los mosaicos presentes en el interior son de gran interés.