4 destinos donde un viaje de negocios se convierte en un viaje de placer

Una de las primeras ciudades en seguir esa línea es Milán con Yes Milano Convention Bureau. Ha sido concebido por el ayuntamiento local para promocionar la ciudad como sede de congresos, ferias y otros eventos importantes, aunque también tiene previsto organizar otros eventos más reducidos. Es una idea intuitiva, que involucra a hoteles y restaurantes. Sólo tienes que ir al lugar, seleccionar la zona que más se adecúe a tus necesidades y preguntar si hay disponibilidad.

Una vez hayas cerrado el ordenador te quedará tiempo para realizar muchas actividades. Desde visitas culturales hasta compras, desde la hora feliz en el bar hasta cenas gourmet en restaurantes con estrellas, que también están disponibles para comidas de negocios. 

Si no quieres prescindir del mar, puedes trasladar tu oficina temporal en Rímini al histórico Grand Hotel.

Aquí, los viajeros que han ido por trabajo tienen alojamiento con tarifas reducidas, disponen de una conexión rápida de internet y de servicio del restaurante La Dolce Vita, que también ofrece almuerzos cuando se necesitan.

Lo útil se combina con lo sabroso, y no sólo por la proximidad al mar. Una visita al balneario puede cambiar tu día, al igual que una excursión para descubrir la zona. Hay muchas propuestas, desde clases de cocina hasta viajes en velero con patrones profesionales, pasando por recorridos en coches de época, motos y e-bikes. 

Si no te gustan los grandes edificios, puedes optar por algo más íntimo, quizá lejos del caos de la ciudad. Umbria, por ejemplo, puede constituir una gran alternativa, con vistas relajantes, buena comida y esa forma tan italiana de ser hospitalario sin entrometerse.

En la finca agrícola La Casella encontrarás un verdadero oasis dentro de la Reserva de la Biosfera del Monte Peglia "Mab Unesco", más de 40 000 hectáreas distribuidas entre los municipios de San Venanzo, Orvieto, Parrano y Ficulle.

Tienes a tu disposición habitaciones y casas separadas, todas con conexión wifi, por supuesto, y en ellas no faltan las actividades alternativas. Desde los baños de bosque para entrar en contacto directo con la naturaleza, hasta las cenas en el bosque, siempre que las temperaturas lo permitan, pasando por el yoga y la meditación, que se practican en la sala de experiencias de las instalaciones, con una vista impagable de las colinas. 

Es una antigua residencia en el corazón de Palermo, donde se respira historia y literatura. Estamos en el Palacio Lanza Tomasi, que fue la casa de Giuseppe Tomasi di Lampedusa, autor de El gatopardo, y que ahora alberga el museo dedicado a él.

Las salas de reuniones tienen estucos y recuerdos: la Suite de Conferencias y el Museo pueden albergar hasta a 70 personas, un lugar de élite para una importante reunión de negocios o conferencia. El wifi, los proyectores de vídeo, las pantallas y el sistema de sonido son impecables y también se pueden pedir refrescos y pausas para el café.

Forma parte del mismo complejo la residencia Butera 28, que ofrece alojamiento en apartamentos de diferentes tipos. Una vez acabado el trabajo, toca divertirse. La Duquesa de Palma, la señora de la casa, lleva a los huéspedes a primera hora de la mañana al mercado de Il Capo, y luego imparte una clase de cocina en Palermo, con especialidades locales como protagonistas.

En el exterior, se puede contemplar la belleza de la ciudad, para descubrirla solo o en compañía de los compañeros.