Saltar el menú
Arte y cultura
toscana

Capalbio y la Maremma

El campo, el mar, los pueblos y las playas en una secuencia de paisajes que invitan a relajarse con buena comida y vino

3 minutos

Aguas cristalinas y costas en gran parte salvajes, campos que acogen al que busca el relax lejos del intenso ritmo de la ciudad, pueblos que ascienden por las paredes rocosas y una rica cocina que recoge la tradición gastronómica local: son estas algunas de las razones que hacen de la Maremma un lugar apreciado tanto por italianos como por extranjeros. Lugar ideal para el que ama la naturaleza, la Maremma es una localidad que hay que descubrir, a pie, en bicicleta o incluso a caballo.

La Maremma surge en el mar Tirreno, entre Toscana y Lacio, más concretamente entre Tarquinia y Cecina, en la provincia de Livorno, como aparece citada en el III Canto del Infierno de Dante.
Los primeros testimonios históricos se remontan al período etrusco y romano cuando surgieron las importantes ciudades de Tarquinia, Populonia, Cosa y Vetulonia, de las que se han conservado huellas importantes desde el punto de vista arqueológico.

Hoy en día, el aspecto de la Maremma es fruto de las obras de saneamiento realizadas en los años 30.
Estas zonas, en su día pantanos,  están protegidas por largos tramos de reserva natural  (en la actualidad, sólo en la provincia de Grosseto se encuentran 13 reservas naturales, además de los varios Oasis del WWF) con una infinidad de variedades de flora de fauna y de rincones de gran belleza.
Entre los lugares más evocadores se encuentra la amplia ensenada del golfo de Follonica, con las espléndidas playas de Cala Martina, Punta Ala y Cala Violina; las playas de Castiglione della Pescaia, antiguo centro de pescadores que surge a los pies del castillo aragonés del que toma el nombre, las de Marina de Grosseto y Talamone, bella localidad sobre el mar.

Más al sur surge la encantadora laguna de Orbetello, famosa por su arena dorada, por las playas de la Feniglia y de la Giannella y por los maravillosos encuentros de tierra y mar: de frente se perfila en el mar el verde promontorio de Argentario, destino vacacional exclusivo, con Porto Ercole y Porto Santo Stefano de donde parte el ferry hacia la Isla del Giglio y la de Giannutri.
Prosiguiendo hacia el sur, a 12 kilómetros de la frontera con Lacio, se llega al salvaje litoral de Capalbio, lugar de vacaciones de los emperadores, familias nobiliarias y clases altas en los tiempos de los romanos. Hoy, el burgo medieval de Capalbio, con su característico centro histórico rodeado por la muralla desde el que se disfruta de una maravillosa vista panorámica del valle, es un destino de vacaciones sumamente apreciado que permite  a los visitantes “viajar” al pasado. Un poco más allá de los límites regionales se encuentran el Parque Natural Arqueológico de Vulci y Tarquinia, cuya necrópolis ha sido incluida en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

Con sus 160 km de largo, la costa de Maremma ofrece una intensa vida de vacaciones en el mar con diversiones y entretenimientos para los turistas de todas las edades; se puede,  por ejemplo, alquilar barcas de vela o de motor, practicar windsurf, esquí acuático y pesca submarina.
El maravilloso promontorio del Monte Argentario, con sus calas y bahías, algunas de ellas accesibles sólo a través del mar, es considerado por los amantes del submarinismo como uno de los tramos de la costa italiana más interesantes por la riqueza de sus fondos marinos.

El que visita la Maremma puede  asistir a los espectáculos de los “Butteri” (pastores montados en caballos de la Maremma), que se exhiben con motivo de las ferias y fiestas de la zona y en eventos nacionales e internacionales.
La Maremma, junto con Saturnia, es además un punto de referencia para los amantes de las termas y del bienestar.

¡Ups! Hubo un error al compartir. Acepta las cookies de perfil para compartir esta página.