Resumen
Un oasis verde entre castillos, monasterios y uno de los mejores vinos de Italia
Entre el lago de Iseo y la ciudad de Brescia hay una zona de colinas de la que procede uno de los vinos italianos más apreciados en el mundo. Esto es Franciacorta, un oasis de paz y tranquilidad que se extiende 200 kilómetros entre verdes colinas, fragantes viñedos y numerosos castillos, palacios y monasterios que atestiguan la importancia de esta zona a lo largo de los siglos.
A tiro de piedra de las orillas del lago de Iseo, entre la reserva natural de Torbiere del Sebino y el pueblo de Provaglio d'Iseo, se puede admirar el Monasterio de San Pietro in Lamosa. Unos kilómetros más al sur se encuentra la abadía benedictina Olivetana de San Nicola, en Rodengo Saiano, construida en el siglo XV por la congregación olivetana. El Castillo de Bornato, en el corazón de Franciacorta, es un destino ineludible para descubrir un poco de la historia de la zona y degustar el vino producido a kilómetro cero.
Para experimentar mejor esta zona fascinante y cargada de historia, hay que aprovechar las numerosas granjas que tienen su sede en algunas de las obras maestras arquitectónicas que embellecen Franciacorta. Además del Castillo de Bornato, también se puede disfrutar de una cata de vinos entre las enormes murallas del Castillo de Passirano o en los elegantes jardines del Castillo de Quistini, sin renunciar a una visita al Museo Agrícola y Vitivinícola de Capriolo.
25050 Paderno Franciacorta BS, Italia
