El Museo Nacional Atestino forma parte del conjunto de los complejos arquitectónicos de las Murallas Ezzelinianas, el Castillo Carrarese y el Palacio Mocenigo, que resumen los distintos periodos históricos por los que ha pasado la ciudad, desde la Edad Media hasta nuestros días.
En sus 11 salas se documentan acontecimientos anteriores a la Edad de Hierro o la época romana a través de una rica colección de piezas expuestas, patrimonio de uno de los museos más importantes del norte de Italia.
Los numerosos objetos expuestos, protohistóricos, paleovenecianos y romanos, proceden de excavaciones del siglo XIX realizadas en Este, Lozzo, Arquà y en muchos otros lugares de la Bassa Padovana. Establecido inicialmente como Museo Cívico en 1834, exhibía una colección de 89 lápidas romanas, recibidas como regalo de ilustres personalidades "atestini" Isidoro Alessi y Giorgio Contarini.
Anteriormente, el museo se encontraba en el Oratorio de S. Maria dei Battuti, pero fue trasladado al Palacio Mocenigo debido a la gran cantidad de material recibido de las excavaciones, incrementado por los primeros hallazgos de tumbas prerromanas. En 1902 se abrió por primera vez como museo arqueológico nacional.
El Museo Nacional Atestino de Este es el museo más importante de la zona Euganea, y su gran colección arqueológica se encuentra entre las más importantes de la región y también a nivel nacional. Su objetivo es adquirir, conservar cuidadosamente, catalogar y exponer objetos de la zona con fines educativos y de estudio, así como promover la historia de los antiguos venecianos: los objetos encontrados atestiguan su existencia ya en la Edad de Hierro (900-200 a. C.), así como la presencia de etruscos, griegos y celtas. Ya en la antigua Roma, el Véneto albergaba importantes ciudades de las que aún se conservan ricos testimonios en Este y Altino, la ciudad romana que dio origen a Venecia.
La exposición sigue un orden cronológico, desde los objetos más antiguos hasta los más recientes, y está dividida por temas que van desde la vida cotidiana, las costumbres y tradiciones hasta las prácticas religiosas y funerarias. Para cumplir este criterio, la visita comienza en la primera planta con las colecciones preprotohistóricas y termina en la planta baja con las colecciones romanas, y una pequeña, pero muy prestigiosa, sección medieval-moderna.
Cada sala está equipada con prácticas fichas móviles, útiles para facilitar la visita y describir los distintos temas a los visitantes. Por citar algunos de los hallazgos más importantes, tenemos la Situla Benvenuti, se convirtió en un símbolo de la antigua Venecia, obra maestra del arte atestino, el medallón de oro acuñado bajo Augusto en el año 2 a. C. y del que solo se conocen 3 ejemplares, la estela funeraria romana que representa a una persona en toga y la pintura sobre tabla de la Virgen con el Niño de Cima da Conegliano.