Resumen

Cofre de arte e historia en el corazón de Palermo

Historia, arte y tradición se unen en uno de los monumentos más fascinantes de Sicilia. El Palazzo dei Normanni, o Palacio Real, es una visita obligada para cualquiera que descubra Palermo. Sus salas cuentan la historia de la capital y de Sicilia en su conjunto, desde los primeros asentamientos fenicios hasta la Edad Moderna.

La verdadera joya del Palacio es la Capilla Palatina, máxima expresión del arte árabe-normando. La iglesia, construida en 1132 a instancias de Roger II, era la capilla privada de la familia real. Mira hacia arriba y déjate hechizar por los hermosos mosaicos dorados que cubren las paredes y el techo.
Aquí, las culturas bizantina, latina y árabe se unen y producen un resultado único en el mundo. El mosaico que decora la cúpula y que representa a Cristo Pantocrátor en el acto de bendecir a los fieles con su mano derecha es sin duda lo más destacado.

Pero cada rincón del Palacio es un pequeño tesoro por descubrir. Como la Sala d'Ercole, hoy sede del Parlamento Regional de Sicilia, la Sala Pompeiana, con sus decoraciones neoclásicas, o la exótica Sala Cinese.