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Iglesia de Santa María la Mayor
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Iglesia de Santa María la Mayor
Resumen
Junto con la Basílica de San Pedro, la iglesia de Santa María la Mayor es un excelente ejemplo de la arquitectura románica en Italia. También es la primera catedral de Tuscania y la única, debido a un antiguo privilegio, que posee una pila bautismal de inmersión que aún hoy se conserva en buen estado. Su construcción se remonta al siglo VIII, pero la iglesia fue reconstruida casi en su totalidad a finales del siglo XI y principios del XII, y adquirió su forma actual de tres naves. Está flanqueada por una enorme torre campanario que desempeñaba una doble función: la de llamar a los fieles y la de servir como punto de avistamiento y de defensa, aprovechando la posición estratégica, en la confluencia de numerosas calles muy frecuentadas en esa época. La fachada de la iglesia recuerda a la de San Pedro con un espléndido rosetón y una pequeña galería debajo, pero no hay tímpano para coronar la parte central. Los tres portales con sus lunetos son mucho más elaborados que los de su hermana mayor. La toba, piedra local de origen volcánico, es el elemento constructivo predominante. El portal principal, el central, es de mármol blanco, con cuatro columnas a cada lado, con capiteles corintios sobre los que descansan los arcos que sirven de coronación al luneto, que presenta un altorrelieve de la Virgen y el Niño entronizados, el Cordero de Dios, el Sacrificio de Isaac y la Huida a Egipto. A los lados del portal de entrada también están esculpidos los retratos de San Pedro y de San Pablo. También los portales de la derecha y de la izquierda están bien trabajados, con motivos vegetales, figuras simbólicas, columnas y capiteles corintios. En el interior, con tres naves, hay columnas y pilares que aún conservan una parte de los frescos y capiteles románicos tallados y decorados con temas monstruosos. A cada una de las naves corresponde, al fondo, un ábside, siendo la central más grande y rematada con un soberbio arco triunfal. Sobre el arco es todavía visible, aunque ha sido sometido a varias intervenciones de restauración, un fresco del siglo XIV de Gregorio y Donato de Arezzo que representa el Juicio Universal. Destaca especialmente la pila bautismal octogonal de inmersión de la nave derecha, que data del siglo XIII.
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