Resumen
En 529, San Benito fundó el Monasterio de Montecasino en el emplazamiento de una antigua ciudad fortificada, de la que aún quedan algunos signos de los muros «ciclópeos». Este lugar, a lo largo de los siglos, ha sufrido varios daños hasta el trágico evento bélico de la Segunda Guerra Mundial. En 1980 se creó el Museo, rico en valiosos hallazgos que dan testimonio de la historia de este lugar a través de los siglos. Dentro de sus catorce salas de exposición hay muchos objetos, entre ellos: materiales arqueológicos que datan de la Edad del Bronce y del Hierro, fragmentos arquitectónicos del monasterio medieval, numerosos muebles de interior que decoraban las salas de recepción, mobiliario litúrgico de la basílica, manuscritos iluminados y libros del archivo y la biblioteca, así como regalos de nobles y benefactores que deseaban contribuir a la reconstrucción de la abadía en la posguerra. Además, algunos de los hallazgos protohistóricos descubiertos por el monje Angelo Pantoni en los alrededores de Montecasino son de notable interés, un plato con esmaltes de oro de los siglos VIII-IX, una Cruz Longobarda en filigrana de oro, un cofre de marfil de arte normando, manuscritos iluminados que representan una de las más excelentes expresiones de la tradición casinense, la «Virgen de la Cintola entre San Alejandro y San Benito», pintura de Brescianino.
