Resumen
La basílica de San Francesco alla Rocca en Viterbo fue elevada al rango de basílica menor por Pío XII en 1949. En su interior se encuentran las sepulturas de dos papas: Clemente IV y Adriano V.
Construida en 1237, en un terreno donado a los franciscanos por el Papa Gregorio IX, el complejo conventual adyacente a la iglesia también incluía un palacio preexistente, conocido como «degli Alemanni», que data de 1208. Durante los siglos XVI y XVII, el lugar fue reformado, añadiendo elementos barrocos, que cubrían los originales románicos. La iglesia, además, fue semidestruida por los bombardeos aliados del 17 de enero de 1944, pero luego fue reconstruida por la Superintendencia de Monumentos del Lacio. Las intervenciones de reconstrucción llevaron a la eliminación de las adiciones barrocas y a la restauración de la estructura románica original. La basílica ha sido regida durante muchas décadas por los Frailes Menores Conventuales. La fachada tiene un portal románico, con columnas salomónicas, y las insignias del Papa Pío XII como recuerdo de la concesión del título de «basílica menor» (1949). La iglesia también está equipada con un campanario que contiene una campana de 1259. El convento anexo, sede del distrito militar de Viterbo, ha hospedado santos, papas y emperadores a lo largo de su historia, hasta la expropiación de 1873 era sede de la universidad teológica franciscana. De particular interés es un púlpito de planta hexagonal, erigido en 1428 para conmemorar la predicación de San Bernardino de Siena en Viterbo.
