Resumen

El mausoleo de Teodorico es una hazaña arquitectónica memorable que ha alcanzado fama mundial, hasta ser galardonada con el estatus de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Construido a instancias de Teodorico alrededor del 520 d. C., el edificio es una extraordinaria amalgama de estilos e influencias, que van desde la tradición romana hasta la goda. El monumento incluye una estructura externa decagonal con dos niveles, coronados por una gran cúpula monolítica. Realizado en «opus quadratum», tiene un perímetro de bloques cuadrados superpuestos y unidos por grapas de hierro en forma de cola de golondrina. En la parte inferior, los nueve nichos están intercalados con una puerta de acceso, mientras que la superior está retrasada, lo que crea una pasarela de 1,30 metros. La faja circular, situada justo encima del arquitrabe, domina la entrada y sostiene la cornisa decorada con motivos «de tenazas», presentes habitualmente en la orfebrería ostrogoda, como en la «coraza de Teodorico».
La cúpula, única en su género, presenta una hendidura que podría haberse creado durante la operación de izado del monolito, de unas 290 toneladas. Según una leyenda popular, la cúpula la habría rasgado un rayo divino que golpeó a Teodorico en el interior de la celda, aunque la realidad es que la estructura está destinada a proteger el sepulcro del rey y a servir como lugar de culto o de sepultura para los miembros de su familia. La celda inferior tiene planta de cruz griega, mientras que la superior tiene planta central y en su interior hay un «labrum» de pórfido, en el que se colocó el cadáver de Teodorico.
Actualmente, el mausoleo está rodeado por un gran parque que destaca aún más su magnificencia. Este lugar, que marcó la personalidad del rey Teodorico como hombre culto y portador de paz, es un testimonio verdaderamente único de historia y espiritualidad.